De tres amigos que compartían clase en la Facultad de Informática en 2001 nació Comunicopy, una pequeña fotocopiadora-ciber que ocupaba un pequeño local de la calle Ángel, en A Coruña. Más de 20 años después, dos de ellos siguen al pie del cañón haciendo fotocopias, con menos faxes y más impresiones, pero con un equipo más grande y dos locales, uno en la plaza del Humor y el otro en la calle Argentina, en la zona de Náutica. Los tiempos han cambiado, pero ahí siguen. “De los que empezamos, quedamos Alejandro González, mi socio, y yo, porque mi hermano Lino se fue a una empresa de videojuegos en Alemania, pero nos cambiamos a un local más grande, abrimos otro y tenemos otros dos empleados”, revela Félix Chan, a quien le gusta “mucho” el contacto con el cliente. “Conocí a niños que venían a la fotocopiadora que ahora ya son padres. Es bonito”, resume.
Arrancaron esta aventura a principios de los años 2000 para ser sus propios jefes y, con el tiempo, dedicarse a la Informática. “Incluso abrimos una tienda detrás de San Agustín, pero a los cuatro años la cerramos porque vimos que eso no avanzaba. Algo fallaba”, recuerda. Felices de haberlo intentado, continuaron con las fotocopias. Y eso les hizo crecer. “Montamos un segundo local en la calle Argentina. Pensamos que iba a ser parecido al primero, pero resultó que no, que allí hay muchos estudiantes —está cerca del Conservatorio y la Escuela de Idiomas—”, desvela, mientras recuerdan que se mudaron a la plaza del Humor “justo antes de la pandemia”.
De todos modos, la rutina ha cambiado. “Ya no se hacen tantas fotocopias como antes, ahora hay más impresiones”, cuenta Félix Chan, que se encuentra con “muchos clientes” que le llevan sus “teléfonos móviles y preguntan cómo pasar documentos o imprimir algo y también mandan correos”. Así hacen también una labor de asesoramiento, explicando cómo utilizar algunas herramientas: “es casi como una clase”, apunta.
Lo de enviar un fax hoy en día “es algo anecdótico”, pero todavía lo tienen “por si acaso”. En Comunicopy, aseguran, hacen “de todo”. “No solo fotocopias, también imprimimos tarjetas y pósters o encuadernamos”, señala Chan, que informa que abren “domingos y festivos”, lo que facilita las gestiones a la gente. “Un domingo nos puede venir la típica persona que se olvidó de imprimir un billete de avión o algo así”, indica.
De todos modos, estos informáticos no abandonan su pasión. “Sigue siendo nuestro hobby”, confiesa. De hecho, Félix Chan y Alejandro González desarrollaron los programas que utilizan día a día en las dos fotocopiadoras. “Aprovechando que sabemos dijimos ‘pues para qué comprarlos, los hacemos nosotros’. Es algo que nos gusta”, concluye.