Síguenos en redes sociales:

Robert Guédiguian impone su autoridad en la Seminci

El cineasta presenta 'Las nieves del Kilimanjaro', un drama humano sobre la crisis

El francés Robert Guédiguian, viejo cómplice del Festival de Valladolid, dio ayer un golpe de autoridad con la proyección a concurso de Les neiges du Kilimandjaro (Las nieves del Kilimanjaro), un drama humano ambientado en la crisis económica que fue muy bien recibido.

Guédiguian, de padre armenio y madre alemana, ambienta en el barrio portuario de su Marsella natal un filme que transita entre la comida y el drama y que por momentos se asoma al abismo de la tragedia. La crisis económica obliga al sindicato de trabajadores de un astillero a aprobar la oferta de veinte despidos para evitar el cierre, mediante un sorteo en el que resultan elegidos, entre otros, el representante de los trabajadores y un joven empleado en situación marginal, envueltos más tarde en una turbia relación.

Guédiguian traslada al siglo XXI el espíritu de reivindicación y solidaridad que rezuma el poema de Víctor Hugo Les pauvres gens (La gente pobre), a través de un largometraje que no da tregua al espectador al someterle a un continuo torrente de interrogantes en función de las situaciones que se suceden.

"¿Qué haría usted en este caso?", parece preguntar el realizador marsellés -Espiga de Oro en 2000 por La ciudad está tranquila y premios del Público y Mejor Guión en 2009 por L'Armée du crime-, quien remueve conciencias e impide la plácida contemplación de un filme absolutamente creíble, real y pegado a los tiempos que corren. Las nieves del Kilimanjaro lo tiene prácticamente todo en perfecta alquimia: guión, música, interpretación y fotografía, como entendió la crítica y el público asistente a la proyección, que apenas esperó a los créditos para ovacionar con entusiasmo.

A por la Espiga de Oro

Jean-Pierre Darrousin, en el papel del sindicalista que antepone el honor al privilegio de verse excluido del macabro sorteo, y Grégoire Leprince-Ringuet, en la piel del joven marginal abocado al paro forzoso, protagonizan una película solvente y que apunta al palmarés. Guédiguian confronta actitudes radicalmente opuestas pero perfectamente encajables en el contexto de crisis económica en el que sitúa su ficción, como son el egoísmo y la solidaridad, el rencor y la humanidad.

Pulsa para ver más contenido para ti