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El alto precio de hacer milagros

El Cerceda vende su plaza en la OK Liga al Lloret después de ocho años en los que pasó de filial verdiblanco a la independencia, el ascenso e incluso Europa

El alto precio de hacer milagros

El Patín Cerceda ya no obrará más milagros. "Hacer mucho más de lo que se puede comúnmente con los medios disponibles", define la RAE (Real Academia Española) esta locución adverbial. Sin base, sin patrocinador y con el insuficiente apoyo del Ayuntamiento el club ya no es capaz de hacer frente al elevado coste de participar en la OK Liga y se ha visto obligado a renunciar a la plaza que deportivamente había ganado sobre la pista y de la que en la temporada 2016-17 disfrutará el Lloret. Fin a un sueño, a una locura de unos amantes del stick que con con muy poco y a contracorriente lograron ilusionar a un pueblo, sacudir los cimientos del hockey sobre patines gallego, aletargado a la sombra del Liceo durante más de dos décadas, y demostrar que el jugador coruñés no tiene nada que envidiar al catalán. Cantera de talentos, escaparate y alternativa para los jóvenes, además de todos sus méritos deportivos. Nada fue suficiente. Nadie quiso seguir apostando por ellos. Y hasta los milagros se acaban.

Fueron ocho años de vida en los que el Cerceda pasó de ser filial del Liceo, a ascender a la máxima categoría y descender en la misma temporada, desvincularse del conjunto verdiblanco, pasar tres años en el infierno de Primera y volver para no dejar de crecer, incluso con clasificación europea (Copa CERS) y para la Copa del Rey de por medio. Pero sobre todo, se convirtió en el mejor escaparate para los jugadores gallegos.

Fue cantera de talentos. Vistieron la camiseta rojiblanca en su primera etapa Toni Pérez y Xavi Malián, hoy en el Liceo, Eduard Lamas, en el Barcelona, y Pablo Cancela, que tras triunfar en Italia con el Forte dei Marmi iniciará la próxima temporada una aventura en Portugal en el Oliveirense junto a Jordi Bargalló. Más tarde también sirvió de trampolín a David Torres (Liceo), Juan Fariza (Valdagno), Neto (Saint Omer), Sergio Huelves (Lyon), Gonzalo Pérez (Alcoy) y Martín Rodríguez (Alcobendas).

Pero también se dio paso a una generación perdida, jugadores coruñeses de gran nivel que nunca habían podido demostrarlo en la elite como Pablo Togores, Jacobo Mantiñán y Peli. Ayer se quedaron oficialmente sin equipo al igual que Willy Domínguez, Joan Grasas, Martín Payero, Jacobo García, Iñigo Artacho y Adrián Candamio. Pierden ellos y pierden los que tenían que venir a tomar la alternativa, toda una hornada de canteranos de Dominicos, Liceo y Compañía de María que veían en el Cerceda su siguiente paso. Pierde el hockey gallego.

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