La San Silvestre de A Coruña agota sus 3.500 dorsales

Fin de año es sinónimo de fiesta. La ocasión perfecta para vestirse de gala y despedir el 2016 con todos los buenos deseos para 2017. Pero antes de tomarse las uvas, hay una cita ineludible no solo para los más deportistas sino para los que se quieran divertir sobre el asfalto. La séptima edición de la San Silvestre, organizada por el Ayuntamiento coruñés y el Club Rialto, pretendía reunir en A Coruña a 3.500 corredores con la ayuda de los patrocinadores: LA OPINIÓN, Coca-Cola y Abanca, algo que ya ha conseguido poco antes de las seis de esta tarde y a siete días de la prueba.

Como decía José Manuel Sande, concejal de Deportes, esta prueba busca "el componente lúdico más que el competitivo". Por eso animaba ayer a niños y mayores a colocarse en el arco de salida ubicado en el Obelisco a las cinco de la tarde del 31 de diciembre. "Es una ocasión de lujo para acabar deportivamente el año", reconoció Sande en la presentación.

Según David Iglesias, del Rialto, esta carrera quiere "enseñar la ciudad" a todos los participantes. Desde el Obelisco, el pelotón se dirigirá al paseo marítimo para llegar hasta la Torre de Hércules y bajar hasta la zona de la Hípica, donde los corredores deberán cruzar la Ciudad Vieja para llegar a la meta, en la plaza de María Pita. Serán siete kilómetros "accesibles" para todos los públicos. "Es un recorrido bastante llano porque no buscamos marcas, sino que unos tiren de otros y que se anime la gente que nunca ha corrido", comentó.

Y es que lo importante de esta carrera no es quién cruce la meta en primer lugar, sino la diversión. Por este motivo, la organización premiará, además de a los tres mejores clasificados de cada categoría, a aquellos que lleven los mejores disfraces -ya sea a nivel individual o colectivo, a los más jóvenes y a los atletas mayores. Todos tienen su hueco en esta San Silvestre. "Premiamos a la gente que se involucra para que todos lo pasen bien", añadió Iglesias.

Como punto final, la plaza de María Pita. Un año más, el roscón de Reyes será la recompensa de los valientes que crucen la línea de meta. El control se cerrará 45 minutos después de la llegada del ganador. Con todo preparado, solo falta pensar el disfraz para la ocasión.