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Trabajadores de las antiguas cajas irán a la huelga si la patronal no cede en el convenio

CCOO, UGT, Csica y CIC denuncian la intención de Acarl de recortar salarios, modificar horarios y ampliar la movilidad geográfica, y estudian endurecer sus movilizaciones

Trabajadores de las antiguas cajas irán a la huelga si la patronal no cede en el conveniofran queiruga

Medio centenar de trabajadores y delegados sindicales de las entidades herederas de las antiguas cajas de ahorro se concentraron ayer por la mañana ante la sede de Abanca, en la Rúa Nova de A Coruña, para protestar por la actitud de la patronal en la negociación del convenio del sector, caducado desde el pasado mes de diciembre. Las movilizaciones irán a más, según advierten los portavoces nacionales de UGT, CCOO, Csica y CIC, si la Asociación de Cajas de Ahorro para Relaciones Laborales (Acarl) insiste en plantear una reducción de los salarios, desregular los horarios y ampliar la movilidad geográfica entre los empleados. Las centrales sindicales no descartan ir a la huelga si Acarl no cede y muestra "voluntad de entendimiento", ya que la negociación está paralizada tras una decena de reuniones.

A la protesta de ayer, que fue paralela a las celebradas en Oviedo, Barcelona, Valencia, Zaragoza y Toledo, entre otras ciudades, estaban convocados los empleados de Abanca, CaixaBank, Bankia, Liberbank, Ibercaja, Unicaja, Cajasur, BCM y BMN, entidades asociadas a Acarl, que en 2011 modificó sus estatutos para representar a los bancos herederos de las cajas ante los sindicatos y negociar con ellos el convenio nacional del ahorro. Los delegados mantuvieron su concentración ayer en A Coruña durante una hora en la que no dejaron de hacer sonar silbatos y tambores y tras una pancarta con la leyenda Por un convenio colectivo sin recortes.

En declaraciones a los periodistas, la portavoz de CCOO en Abanca, Rita Gippini, denunció que tras la profunda reestructuración del sector, los bancos buscan "recortar los derechos de los trabajadores", con una ampliación de la jornada laboral pero "con menos salario", advierte. "La pretendida modernización del sector pasa por hacerle pagar al trabajador las consecuencias de la crisis tras la que unos 116 consejeros cobran 31 millones de euros. Es cargar las culpas sobre la plantilla, que se redujo en 40.000 personas en los últimos cinco años", dijo en referencia al conjunto de las entidades. Gippini lamentó además que la representación de las antiguas cajas busque una "desregulación total" de los horarios laborales.

Javier Castro, de UGT, considera "desproporcionada" la actitud de la patronal en la negociación del nuevo convenio colectivo para el sector. "Estamos en un punto muerto de la negociación".

CCOO, UGT, Csica y CIC comparecieron ayer en Madrid ante la prensa para denunciar las pretensiones de la patronal en un sector que el año pasado ganó 3.000 millones de euros, después de una crisis en la que los trabajadores "hicieron un gran esfuerzo", dando la cara "ante el ciudadano". Por eso si en la próxima reunión, prevista para finales de este mes, no hay avances, los sindicatos estudiarán un nuevo calendario de movilizaciones. "Los trabajadores quieren un convenio y más teniendo en cuenta el futuro complicado que se le presenta al sector, en el que el proceso de consolidación no ha finalizado", dijo Gonzalo Postigo de CIC. Unos 250 delegados se concentraron ante la sede de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA).

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