El presidente de Alcoa España insiste en A Coruña en que las primas eléctricas logradas no resuelven sus problemas

Alcoa afronta 2017 con cierta tranquilidad sobre los precios de la electricidad que tendrá que pagar para producir, después de lograr suficientes bonificaciones a la tarifa en la subasta de primas eléctricas convocada por el Gobierno para los grandes consumidores industriales dispuestos a reducir o cesar su consumo eléctrico en caso de que el sistema lo necesite (interrumpibilidad). La compañía estadounidense obtuvo cinco bloques de 90 megavatios (MW), los mejor remunerados; tres para San Cibrao, uno para A Coruña y otro para Avilés. El centro de A Grela se adjudicó además otros cinco bloques menores, de 5 MW, con lo que obtuvo bonificaciones equivalentes al tope que perseguía, 120 MW.

Alcoa ya dejó claro hace un mes que había salido mejor parada de esta subasta que de las celebradas en 2014 y 2015, pero no lo suficiente como para despejar su futuro. El mensaje fue repetido ayer en A Coruña por el presidente de Alcoa España, Rubén Bartolomé, quien se reunió con los representantes sindicales de los 400 trabajadores del centro de A Grela, a petición del comité de empresa.

Todas las posibilidades sobre la mesa

De momento, todas las posibilidades siguen sobre la mesa; desde la venta de alguna o las tres fábricas de aluminio que tienen en España a otros ajustes para mejorar sus cifras. Bartolomé explicó a los trabajadores que el mercado del aluminio sigue igual de complicado que en los últimos meses, debido al "tremendo" impacto de China, relató el presidente del comité, Juan Carlos López Corbacho.