La economía gallega bate récords pero con 200.000 empleos menos que hace diez años

Galicia registró en el primer trimestre del año el mejor arranque de su historia en términos de Producto Interior Bruto (PIB), con más de 15.200 millones de valor nominal, gracias principalmente al sector exterior, el consumo de los hogares y la inversión. Nunca, ni siquiera en los años dorados previos al estallido de las burbujas inmobiliaria y financiera, la comunidad gallega había registrado unas cotas tan altas entre enero y marzo. Representa un avance -a precios de mercado, contando con la inflación- del 3,7% respecto a los niveles del primer trimestre de 2017. No obstante, es un récord que no se ha traducido en el empleo a tiempo completo, que en el mismo periodo aumentó menos de la mitad, un 1,56%, según los datos oficiales del Instituto Galego de Estatística (IGE). Es más, la economía gallega ha necesitado, para tocar este techo, cerca de 200.000 puestos de trabajo menos a jornada completa.

En el primer tramo de 2008 fue cuando Galicia contaba con más trabajadores con un contrato de ocho horas diarias, un total de 1.187.640. Era una economía más intensiva en mano de obra: la industria manufacturera sobrepasaba el 15% del PIB (hoy no llega al 13%) y, sobre todo, el ladrillo pesaba el doble en la generación de riqueza. Solo la construcción ha perdido casi 75.000 empleos a jornada completa desde entonces. El hecho es que hoy este tipo de puestos de trabajo sigue por debajo del millón (994.016) y solo tres actividades profesionales cuentan ahora con más mano de obra que antes de la doble recesión: la que depende de las administraciones públicas, las artísticas y recreativas y las del ámbito de las comunicaciones.

Teniendo en cuenta la evolución anual, Galicia solo ha recuperado dos de cada diez puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo destruidos durante la crisis económica. Tocó suelo en 2014, cuando se quedó por debajo de los 941.000 empleos de este tipo. Esta erosión en el mercado de trabajo se ha amortiguado con la pérdida de población activa -envejecimiento, éxodo juvenil y de profesionales-, de más de 60.000 personas en la última década, de acuerdo con la Encuesta de Población Activa (EPA). Al ritmo actual Galicia requeriría de doce años para alcanzar los niveles de empleo a tiempo completo que tenía en el arranque de 2008.

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Es una remontada que tendrá que hacerse con nuevas actividades, ya que es improbable que recuperen los empleos anteriores en la construcción, el sector primario -abandono del rural y progresiva pérdida de capacidad en la pesca (la acuicultura no es tan intensiva)- o el financiero. De hecho, y en lo que respecta a la banca y los seguros, su contribución al crecimiento del PIB gallego (en Valor Añadido Bruto, VAB) es del 3,3%, solo un punto por debajo que en el año 2009. De nuevo, el sector no ha notado la pérdida de 9.700 empleos a jornada completa y del 35% de horas trabajadas, resultado de la desaparición de las cajas de ahorros, las sucesivas operaciones de concentración bancaria y la eclosión de la banca digital.