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"Abro solo por las mañanas y la mitad de mis ventas son 'online"

"Abro solo por las mañanas y la mitad de mis ventas son 'online"// Víctor Echave

En Wombat, la tienda de decoración y diseño australiano que Katheleen MacGinley acaba de abrir en la Ciudad Vieja, todo es relajado y flexible. Como la propia cultura de Australia. Los horarios varían según necesidades, los espacios a veces son comerciales y a veces taller artístico... "Es una tienda pero con un concepto de showroom", explica su dueña. Kate, como la llaman la mayoría en este hemisferio, nació en A Coruña - "mi madre es de aquí y mi padre fue el primer australiano que puso un pie en A Coruña en los años 60", comenta-, pero a los 25 años emigró a su tierra paterna y vivió allí durante dos décadas. Hace ahora un año decidió regresar a su lugar de origen con su pareja, sus dos hijos y una idea: abrir su propio negocio de impregnado de arte australiano.

El primer intento fue en el Ensanche, un amplio local en Enrique Dequidt que apenas duró dos meses abierto, hasta el confinamiento de marzo. "Lo tuvimos que cerrar por la pandemia. Fue fatal", lamenta MacGinley. La empresaria no se dio por vencida y decidió volver a abrir de cara al público aprendiendo de la experiencia, con un local más pequeño, en la calle San Francisco, para "redimensionar los costes". Además, tiene claro que no conviene poner todos los huevos en la cesta del local comercial, que podría verse obligado a bajar la verja por las restricciones, y apuesta por las redes sociales y la tienda online, wombatdecor.com, para darse a conocer y fidelizar a a sus clientes. El canal digital ya le aporta la mitad de la facturación.

Comercio y taller

La especialización, en su caso está en los materiales y los diseños, todos con sello austral. Desde las piezas de arte creadas por ella misma, hasta los tés y jabones aborígenes pasando por los muebles restaurados en estilo vintage con toques de colores vibrantes que traen algo del sol que calienta el mar del Coral. El sótano del local alberga un taller en el que la dueña de Wombat da rienda suelta a su creatividad. El nombre de la tienda también tiene vínculo con Australia. Los vombátidos (o wombats) son unos pequeños marsupiales de patas muy cortas que habitan también en el país de los canguros y que se desplazan con la calma que esta tienda quiere transmitir .

Abrirse paso en un nuevo local comercial en medio de la crisis y afectados por las restricciones que reducen en flujo de consumidores no es fácil. "Estamos en un momento de incertidumbre total. Yo no sé si hay que ser valiente para hacer esto o loca. Pero he decidido correr el riesgo", cuenta MacGinley. En las pocas semanas que lleva con la persiana de la tienda subida asegura que ha recibido el apoyo y los ánimos de muchos vecinos. "Entra mucha gente a desearnos suerte. Un día entró un chico en local y se puso a aplaudir diciendo 'vivan las tiendas nuevas y distintas", recuerda entre risas.

Cuando la normalidad deje de ser nueva, los turistas -sobre todo cruceristas extranjeros- volverán a adentrarse en la Ciudad Vieja mapa en mano por la calle San Francisco, entre los jardines de San Carlos y el convento de Santo Domingo, y podrán entrar en la tienda de Katheleen MacGinley. Sin turismo y con la hostelería cerrada, el lugar ahora apenas tiene más tránsito que el del colegio cercano. Wombat se adapta a la situación y por el momento abre solo en horario de mañanas, aunque "también puede abrir por la tarde con cita previa", añade su dueña, que ya piensa en ampliar horario para la campaña de Navidad, sin perder de vista la tienda online, que a día de hoy le reporta la mitad de las ventas.

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