Hablemos de Descartes

Dos cosas contribuyen a avanzar: ir más rápido que los otros, o ir por el buen camino".

La frase corresponde a René Descartes, considerado el padre de la filosofía moderna. Aquí, en la mar, tenemos un descarte menos filosófico, pero que aplica, por obra y gracia de la UE, una filosofía que nada, nada, nada gusta a los profesionales de la mar.

La conselleira Quintana, responsable de todo cuanto en Galicia tiene que ver con la pesca, lo sabe y por ello quiere hablar, dentro de unos días, de los descartes prohibidos en el seno del Grupo de Pesca y la Comisión del Arco Atlántico. Para ello vendrán a Galicia representantes franceses del Pays de la Loire y Bretaña, además de Asturias y, naturalmente, la comunidad gallega.

Los descartes, reconoce Rosa Quintana, son, junto con el Brexit, los grandes retos a los que el sector pesquero gallego ha de hacer frente necesariamente ya que, ha señalado la conselleira, van a "facilitar la medida de los posibles impactos jurídicos, administrativos y económicos" que van a ir directamente al costillar de nuestros marineros y armadores, además de los propios consumidores y ciudadanos gallegos.

Será también la oportunidad inmejorable de poner sobre la mesa el resultado teórico del trabajo que la propia Administración pesquera gallega ha realizado y que, en alguna ocasión, ha permitido que la Xunta sacara pecho a la hora de explicar que determinadas actuaciones comunitarias se han basado precisamente en tal trabajo. Esto, al decir de René Descartes, ha sido ir más rápido que los otros. Ahora hay que demostrar que se ha ido -se va- por el buen camino. Porque si Galicia ha ido más rápida, conviene ahora evidenciar con datos que también es la región europea más afectada por esa normativa comunitaria que tanto perjuicio causa a un sector básico para esta comunidad autónoma como es la pesca.

La prohibición de los descartes -y no don René- son una piedra sumamente dolorosa en el pie de los pescadores gallegos. Y no hay podólogo en toda la Comisión Europea que alivie el daño causado. De ahí que, a priori, parezca importante que a finales de este mes, Galicia debata con otras comunidades pesqueras del Arco Atlántico sobre el impacto que la susodicha prohibición va a tener para regiones altamente dependientes de la pesca.