Síguenos en redes sociales:

Un hombre de edad avanzada pasea por la calle. | // R. GROBAS

Galicia vigilará a distancia si 1.000 ancianos sufren caídas o no salen de su habitación

Política Social ampliará el servicio de teleasistencia y los 10.000 beneficiarios actuales tendrán dispositivos avanzados que permitirán detectar humo, fuego, gas y temperatura

El pasado 16 de enero, la Policía Local de Lugo fue alertada por un vecino de los gritos que escuchaba de una mujer en la calle Concepción Arenal, adonde se trasladaron varios agentes que tuvieron que forzar la puerta del domicilio. Allí encontraron a la mujer, de 78 años y con problemas de movilidad, se encontraba tirada en el cuarto de baño, donde había sufrido una caída y de donde no podía salir. Evitar casos como estos es el objetivo del servicio de teleasistencia, que a partir del año próximo elevará sus prestaciones para vigilar a distancia si 1.000 ancianos sufren desplomes de ese tipo, no salen de su habitación, dejan las puertas abiertas o presentan riesgo de malnutrición por no usar apenas la nevera.

El servicio de teleasistencia pretende ofrecer un salvavidas a mayores dependientes, pero también a aquellos que han tenido algún achaque de salud y viven solos, por lo que deben estar controlados a distancia. Cruz Roja ofrece la atención, que abona la Consellería de Política Social en la mayor parte de casos, pues también está abierto a cualquier persona de edad avanzada que no se incluya en esos supuestos y abone íntegramente el servicio. Consiste en un medallón colgado al cuello o un móvil que sirve para que los usuarios se comuniquen con Cruz Roja, pero Galicia prevé extender a los 10.000 beneficiarios actuales el modelo avanzado, con muchas más prestaciones. Los mil ancianos más vulnerables de esa lista recibirán unos dispositivos funcionales que permitirán instalar detectores de puerta, de nevera y de presencia, así como una función para reconocer caídas.

Esas funciones contarán también con las aplicadas al resto de usuarios que recibirán los dispositivos avanzados, que incluirán detectores de humo, fuego, gas, CO2, temperatura y humedad, según el pliego del contrato para adquirir esta tecnología, licitado esta semana por 10,6 millones de euros. En la actualidad, unos 1.400 mayores ya cuentan con alguna variedad de este modelo, pero se extenderá a todos entre este año y 2024.

El contrato, financiado con fondos Next Generation, “pretende una renovación completa de los dispositivos y elementos tecnológicos que soportan el servicio de teleasistencia”, que ampliará “el espectro de dispositivos y sensores complementarios”.

En caso de detectar caídas, una estancia demasiada prolongada en el baño o el salón que indique un problema de movilidad o una concentración excesiva de dióxido de carbono, se activará una señal de alarma en el centro de gestión de Cruz Roja para poder actuar.

Galicia, al igual que el resto de comunidades, se enfrenta a la posibilidad de tener que ampliar el servicio de teleasistencia a toda persona a la que se le reconozca la dependencia y que resida en su domicilio, aunque reciba otro servicio. Así figura en el anteproyecto de Ley de reforma de la dependencia que prepara el Gobierno central, aunque no está claro que pueda aprobarlo antes de la disolución de las Cortes Generales para las elecciones de diciembre. De salir adelante, Galicia tendría que añadir 51.000 gallegos al servicio.

¡Regístrate y no te pierdas esta noticia!

Ayúdanos a adaptar más el contenido a ti y aprovecha las ventajas de nuestros usuarios registrados.

REGÍSTRATE GRATIS

Si ya estás registrado pincha aquí.