Una banda roba de madrugada en casas de Sada y Bergondo con los propietarios dentro

La oleada de robos en Sada y Bergondo no solo no remite, sino que los ladrones cada vez asumen más riesgos en sus asaltos. La Guardia Civil investiga al menos cinco robos registrados durante los últimos dos días en viviendas de las localidades de Soñeiro, Cortiñán y San Fiz con los propietarios dentro, en la mayor parte de los casos mientras dormían. Los cacos accedieron a las viviendas por la parte de atrás tras forzar ventanas o puertas y se hicieron con un botín formado especialmente por joyas y dinero.

Una de las familias afectadas sospecha que los asaltantes podrían haber utilizado un espray con efectos somníferos para dormir al perro y a una de las propietarias, que descansaba en el sofá del salón y a la que llegaron a sustraer el móvil de la mesilla situada a escasos centímetros de ella. Según explicó su marido, la mujer se sentía mareada y el can, que normalmente ladra ante la presencia de cualquier desconocido, permaneció en silencio y "como adormilado". La Guardia Civil no confirmó ayer este extremo a consultas de este diario.

La osadía de los asaltantes ha incrementado la inquietud vecinal en estos dos municipios, que han registrado alrededor de ochenta robos durante el último mes. "Fastidia que te lleven lo que tienes, pero es peor el miedo a lo que podía haber pasado", relataba ayer una de las afectadas en Cortiñán, que al levantarse vio que habían intentado forzar la puerta de su vivienda con unos alicates que guardaban en un galpón anexo y que, al no conseguirlo, se habían hecho con diverso material almacenado en un cobertizo, como candelabros de plata y maquinaria de discoteca.

Otro de los afectados intentaba conciliar el sueño cuando oyó pasos y el ruido de una puerta al cerrarse y bajó a echar un vistazo. Su mujer dormitaba en el sofá y sus hijos se encontraban en el piso superior. Al salir al jardín, el propietario se encontró con los bolsos de su mujer y su hija tirados por el suelo, vacíos. Su mujer, poco después, se percató de que había desaparecido el móvil que tenía en la mesilla, a escasos centímetros del sofá.

La Guardia Civil sospecha que se trata de una nueva banda que opera en la zona, ya que su modus operandi difiere del seguido en los anteriores asaltosmodus operandi. Fuentes próximas a la investigación manifestaban ayer a este diario su atrevimiento al asaltar en una casa con sus propietarios dentro y también por el sigilo de los ladrones.

En uno de los casos, los asaltantes llegaron a subir al segundo piso y coger de la puerta del dormitorio del propietario un pantalón colgado de una percha para sustraer la cartera. A continuación, se colaron en otra habitación, muy próxima a la de la hija del dueño, y se llevaron dos joyeros. La joven, que sintió ruidos, bajó al primer piso y se encontró las cajas prácticamente vacías en el salón. "Se llevaron todas las joyas buenas, solo dejaron la bisutería", relataba ayer. Su padre, de unos setenta años y con problemas de corazón, aún intentaba ayer sobreponerse del susto.

Las víctimas de los robos se desplazaron hasta el cuartel de Sada para interponer denuncia. "Había colas y un único agente que nos dijo que cerraban a las dos", se quejaba ayer una de las afectadas. La carencia de efectivos ha propiciado reiteradas quejas de los vecinos, que han arrancado a la Delegación de Gobierno el compromiso de cubrir 17 vacantes en el área, aún sin fecha.

La falta de medios y el incremento de asaltos ha llevado a vecinos de Sada y Bergondo a plantearse ahora movilizarse y organizarse para intentar frenar los robos. Tienen previsto reunirse esta semana para consensuar nuevas medidas. Los alcaldes, aunque ven precisos más medios, recalcan que es competencia del Gobierno.