Autopistas promete revisar el mapa de ruido y Culleredo exige medidas a Fomento

Autopistas del Atlántico se ha comprometido, en una reunión mantenida hoy con el alcalde de Culleredo, Julio Sacristán, a revisar el mapa de ruido para comprobar que no se superen los niveles permitidos en la autopista AP-9 a su paso por el municipio según traslada el Gobierno local. El encuentro se celebra después de que vecinos de Vilaboa reclamaran medidas para paliar el impacto acústico de la vía. El regidor asegura que reclamará al Ministerio de Fomento que tome medidas para paliar los ruidos, para lo que sugerirá que se aproveche el proyecto del vial 18, que conectará la tercera ronda con la autopista.

El regidor asegura que expuso a Autopistas "la necesidad de eliminar las molestias a los residentes, tanto a nivel de calidad de vida como de poder efectuar nuevos desarrollos". "Los responsables de Autopistas confirmaron que cumplen con los niveles de ruido que marca la legislación y aseguran que se verifica cada año. No obstante, dada la petición del Concello, revisarán de nuevo el mapa de ruido para garantizar que está en los márgenes permitidos", traslada el alcalde.

Sacristán garantiza que se dirigirá también al Ministerio de Fomento, la administración competente, "para trasladarle la necesidad de adoptar medidas en los puntos donde se pueda sobrepasar, aunque sea puntualmente, el nivel de decibelios". En este sentido, el alcalde propone "que se aproveche el proyecto del Vial 18 para esas medidas en dos zonas con quizás mayor afección: Conduzo y Laxe". El primer edil plantea, en concreto, que se palíen los ruidos "bien sea a través de apantallamientos u otras vías" y ve "oportuno" que se "minimice" el impacto por el ruido en la medida de lo posible.

El Concello sostiene que "existe un precedente con el aeropuerto de Alvedro que se puede repetir, ya que si con el aeropuerto se minimizó el ruido, con la autopista se tiene que conseguir lo mismo".

Vecinos del entorno de las calles Xafonte, Conduzo, A Carballeira y A Xeca, algunos con su vivienda a menos de quince metros del borde de la autopista, denuncian el ruido por el continuo paso de vehículos a alta velocidad y exigen medidas. De hecho, la Xunta advirtió al Concello que debía cambiar la previsión de vivienda en determinadas zonas por la contaminación acústica.