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Goleada nunca vista en el mundial

Antes sólo contabilizaba los locales comerciales que cerraban en la zona en que vivo. Con demasiada frecuencia añadía, no sin pena porque sé que significa más crisis, uno, otro, y me decía: ya van 4, 5... Un día veo que la concesión de coches que está enfrente se ha quedado con el local contiguo, una tienda de bricolaje que finiquitó, y que llevarán allí parte del taller de reparación. Sin duda que a Gerardo -en los alrededores nos conocemos casi todos, y además soy cliente- le van bien las cosas y amplía el negocio. A partir de ese acontecimiento -porque no me negarán que meterse en honduras económicas es ahora un notición- empecé a usar la numeración futbolística: 5-1, el 5 para los cierres y el 1 para las aperturas. Ahora voy, después de anotar los últimos tantos, el cierre de una peluquería unisex y la ampliación de negocio de otra peluquería, una de señoras, por 9-2. La situación a nivel casero es muy preocupante. Aparte del quebranto económico que normalmente cualquier cierre de negocio esconde, tanto de los que regentaban el comercio y como del propietario del local que queda libre, porque así se van a pasar una temporada larga por la abundancia de espacios por alquilar que se ven, está además el daño laboral causado a los empleados, porque éstos aumentarán las listas del paro. Y con el paro, suma y sigue impagados, hipotecas en el aire, etc. ¿Hasta cuándo?

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