Los factores de riesgo son:
- Ser mujer.
- Antecedentes familiares.
- Dolor crónico en una zona concreta.
- Infecciones víricas o bacterianas.
Hoy se celebra el Día Mundial de la Fibromialgia, que afecta nada menos que a entre un 3% y un 6% de la población mundial.
¿Tienes la sensación de que te duele todo el cuerpo y todo el rato?
¿Te despiertas cansada por mucho que duermas, y algunos días el dolor interrumpe tu sueño?
¿Sientes que te faltan fuerzas, te duele el cuello, te molestan las caderas, te "pinchan" las rodillas o los codos...?
Todo eso son síntomas de una enfermedad reconocida por la OMS en 1992 y que todos los 12 de mayo celebra su Día Mundial de la Fibromialgia y del Síndrome de la Fatiga Crónica, con el objetivo de concienciar a la población con una enfermedad que no tiene cura, aunque sí tratamiento para controlar los síntomas.
La fecha del 12 de mayo se eligió en honor a Florence Nightingale, y es el dia en que nació esta enfermera, considerada precursora de la enfermería profesional contemporánea y que sufrió esta enfermedad durante décadas.
Dolor musculoesquelético, fatiga, problemas de sueño, de memoria y en el estado de ánimo. Son algunos de los síntomas de la fibromialgia, una enfermedad reumatológica que afecta a más del 2% de personas en el mundo.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), 276.000 españoles sufren esta dolencia, aunque los especialistas advierten que en la realidad podría superar el millón de personas.
Se trata de una enfermedad con un tiempo medio de diagnóstico que supera los seis años, por eso, advierte el doctor Antonio Collado, especialista en Reumatología:
El dolor constante, que además produce un elevado desgaste, y la fatiga crónica no son los únicos síntomas que caracterizan a esta enfermedad. Además de ese dolor musculoesquelético, suele ir acompañada de:
Y todo ello la convierte en una dolencia bastante incapacitante.
Los datos son claros: el 90% de las personas que padecen fibromialgia son mujeres. Nada menos que siete veces más mujeres que hombres.
Pero la comunidad científica aún no ha encontrado el porqué, si bien sabemos que el dolor crónico es más frecuente en ellas que en ellos.
De cien personas con dolor crónico, setenta son mujeres.
Algunos estudios apuntan que la razón de que sea más frecuente en mujeres podría ser por la serotonina en el cerebro, que es siete veces menor que en hombres.
Los cambios hormonales o la menopausia también podrían ser los desencadenantes de la enfermedad, o la acumulación de contaminantes ambientales.
Pero pese a que se ha tratado de averiguar por qué son ellas quienes más padecen esta enfermedad, aún no hay una explicación.
Los factores de riesgo son:
Como cuenta a este portal el especialista:
"Sí sabemos que las mujeres tienen un sistema nociceptivo (que elabora dolor a nuestro cuerpo) más discriminativo, diferencial, con mayor capacidad de sensibilidad… Hechos que, desde el punto de vista fisiológico, afectan al sexo femenino".
Según los expertos, puede haber una cierta predisposición de fibromialgia en personas que tengan depresión o antecedentes familiares pero...
“La depresión viene después, primero en forma de trastorno adaptativo tras la incertidumbre de la propia enfermedad, y por el impacto que tiene desde el punto de vista funcional”.
El 20% de los pacientes con fibromialgia tiene depresión severa. No obstante, tal y como recogen los cuestionarios de medición psicométrica, el 70% tiene alguna alteración del estado de ánimo, ya sea en forma de depresión o ansiedad.
El estudio ‘Depresión, ansiedad y fibromialgia’, publicado en la Revista de la Sociedad Española del Dolor, señala que "está estrechamente relacionada con trastornos psicológicos y psiquiátricos, siendo los más frecuentes la ansiedad y la depresión".
Los autores, del Servicio de Reumatología y Psiquiatría del Hospital de Ciudad Real, subrayan que “dicha asociación puede ser casual, comorbilidad (dos o más enfermedades al mismo tiempo) o secundaria”.
Y entre las razones de la aparición de la clínica depresiva pordemos considerar:
No hay un tratamiento estándar para los pacientes de fibromialgia, ya que dependerá de la sintomatología de cada persona y sus características. El objetivo es tratar de controlar los síntomas propios de esta enfermedad crónica, aunque intentando evitar los efectos secundarios.
No son analgésicos, "y están indicados para el dolor neuropático (un trastorno neurológico debido a la existencia de un nervio dañado) y para el dolor crónico (que es aquel que persiste en un periodo superior a tres meses)".
No obstante, no es eficaz en todos los pacientes. "Aproximadamente la mitad de las personas notan alguna mejoría de los síntomas, parcial o mayor, y en un 40% de los casos de fibromialgia apenas funciona este tratamiento”, indica el doctor Collado.
En esos casos, se pueden utilizar opioides y/o mórficos, aunque su uso en el tiempo “puede producir un aumento del dolor”.
“Si además ha producido depresión, también hay que tratarla con farmacología indicada para este trastorno de la salud mental”.
La Sociedad Española de Reumatología (SER) establece unas pautas alimenticias para los pacientes con fibromialgia:
“Es básico. Produce cambios neuroplásticos y neurológicos que son muy importantes para ayudar en el control del dolor y en la mejora de la condición física”, hace hincapié.
Esta rutina debe ser personalizada, supervisada por un especialista y, a poder ser, en grupo.
La fibromialgia, por tanto, no tiene cura, pero existen medicamentos que pueden ayudar a controlar todos los síntomas que la producen.