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Marea humana en Vigo contra los recortes en Sanidad y las deficiencias del nuevo hospital

El gerente garantiza la seguridad del centro - Los jefes de servicio niegan que la mujer se infectase en el complejo mientras cien médicos piden su cierre - La oposición solicita la dimisión de la conselleira

Marea humana en Vigo contra los recortes en Sanidad y las deficiencias del nuevo hospitalla opinión

Las calles del centro de Vigo fueron testigos ayer de una manifestación histórica. Decenas de miles de personas -según la organización, hasta 200.000- de todo el área metropolitana acudieron a la llamada de la junta de personal del Chuvi para clamar juntos contra los "recortes" y las "deficiencias" en el nuevo hospital de Vigo, que consideran un perfecto ejemplo de lo que ocurre cuando se deja en manos de los intereses ajenos la gestión de nuestra sanidad pública".

Al grito de "Sanidade pública e gratuita", una riada de personas tomó el centro desde las 20.00 horas. Tal fue la participación que, hora y media después, cuando concluyó la lectura del manifiesto en la Porta do Sol, la marcha aún coleaba en el punto de partida, el hospital Xeral.

Tanto el Sergas como la Xunta se centraron ayer en lanzar mensajes de tranquilidad a la población, garantizando la seguridad de las áreas operativas del nuevo hospital de Vigo, al tiempo que censuraron el uso "político" que, consideran, algunos están haciendo de la detección de aspergillus en una mujer con grave dolencia hepática fallecida el jueves en la UCI del Álvaro Cunqueiro.

Por parte del Sergas, fue el gerente del área sanitaria, Félix Rubial, el que en una comparecencia de urgencia defendió "con total rotundidad" que el Álvaro Cunqueiro, donde hay 250 pacientes ingresados, es "un hospital seguro" e informó de que su actividad asistencial se mantiene sin alteraciones tras el deceso de esta mujer, ingresada en el centro desde la madrugada del viernes. Aseveró que la UCI, donde pereció, cumple con todos los parámetros exigidos, al igual que todas las áreas abiertas del hospital. Eso sí, descarta "con total seguridad" que se reanude el traslado de los servicios críticos el lunes.

Jefes de servicio

No suelen pronunciarse muy a a menudo, pero la alarma creada entre usuarios y profesionales debido a las sospechas de contaminación ambiental en el Álvaro Cunqueiro, los ha empujado a emitir dos comunicados en días consecutivos. Si el miércoles el Foro de Jefes de Servicio trató de tranquilizar los ánimos con su compromiso expreso de oponerse "a cualquier actuación que no garantice" los principio de calidad y seguridad", ayer salió al paso de las informaciones sobre la detección de aspergillus en una paciente. El colectivo de responsables de las distintas áreas clínicas coincide con la tesis de la dirección del área sanitaria viguesa, al "descartar la sospecha de que la infección fuese adquirida" en el complejo de Beade. Defiende, además, que el deceso de la mujer de 65 años se debió "a la evolución natural de su enfermedad".

Mientras los jefes de servicio realizaban este pronunciamiento conjunto, más de un centenar de facultativos del área sanitaria rubricaban otro documento dirigido a la Gerencia del área sanitaria de Vigo en la que solicitan el cierre "de todo el área de hospitalización, siendo trasladados los pacientes a otros centros".

Por su parte, los partidos de la oposición en el Parlamento gallego coincidieron ayer en exigir la dimisión de la máxima responsable de la Consellería de Sanidade, Rocío Mosquera, ante la situación del nuevo hospital de Vigo.

De "escándalo" y "tercermundista" calificó la presidenta de la Diputación de Pontevedra, la socialista Carmela Silva, el estado en el que se encuentra el Álvaro Cunqueiro y entiende que es algo que "no puede ocurrir en una sociedad avanzada".

La protesta que inundó ayer las calles de Vigo había sido convocada hace tiempo, antes del verano, cuando los sindicatos negociaban con la Dirección del área sanitaria las condiciones del traslado al nuevo hospital de Vigo

El anuncio, a principios de agosto, de las tarifas que usuarios y profesionales deben abonar por aparcar en el Álvaro Cunqueiro empezaron a caldear los ánimos. Los retrasos en la llegada del equipamiento provocaron intranquilidad. Las deficiencias detectadas en la infraestructura o en el servicio de catering alimentaron el malestar. La suspensión el pasado viernes del traslado por sospechas de contaminación ambiental en zonas por abrir encendió la reaparición del fantasma del aspergillus, que en 1998 se cobró la vida de seis pacientes en el Meixoeiro, fueron la puntilla a un descontento que cristalizó ayer con una participación sin precedentes en una protesta por el área sanitaria viguesa. La petición de dimisión de la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, fue una constante.

El periodista Xabier Fortes y el músico Eladio Santos fueron los encargados de leer el manifiesto, con el que la Junta de personal expuso su voluntad de mantener las movilizaciones hasta lograr la recuperación de la concesión del Álvaro Cunqueiro para la Sanidad Pública, "para convertirlo en nuestro hospital, donde los profesionales trabajen con dignidad y las personas puedan acudir sin precios abusivos por aparcamientos y servicios y reciban la atención sanitaria digna y de calidad que merecen".

Interrumpidos en numerosas ocasiones por aplausos y consignas, como "Privatización é corrupción", criticaron la política sanitaria de la actual Xunta por "deteriorar y hacer inviable económicamente" el sistema público de salud, al reducir su presupuesto y permitir la entrada de capital privado en la financiación y gestión de las nuevas infraestructuras "con el argumento de la crisis económica".

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