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La mayoría de los enfermos de COVID presentan secuelas seis meses después

Seis de cada diez reconocen que tienen una peor calidad de vida que antes de enfermar

Los enfermos de COVID-19 de la primera ola (marzo-mayo) presentan problemas de movilidad, presencia de dolor, y ansiedad y depresión seis meses después de ser datos da alta, según un estudio del grupo Anestesia Galicia de la Asociación Gallega de Anestesiología, Reanimación y Dolor que publica la revista British Journal of Anaesthesia, realizado a partir de encuestas realizadas a pacientes supervivientes.

El estudio evaluó problemas de movilidad, cuidado personal, actividades usuales, presencia de dolor o disconfort, ansiedad o depresión y estado funcional de los enfermos. Los resultados mostraron un descenso de la calidad de vida en el 67% de los pacientes y un descenso de la capacidad funcional en el 63% de los casos. Asimismo, el 45% de los pacientes presentaron limitaciones funcionales persistentes que les dificulta la vida diaria. Los de mayor edad, los que necesitaron entubación y los que necesitaron estancias más prolongadas en la UCI o en el hospital presentan peor estado funcional y calidad de vida.

A los seis meses de ser dados de alta, solo el 16% de los pacientes estaban completamente libres de síntomas relacionados con el COVID-19. El resto de los pacientes presentaba algún síntoma, siendo los más frecuente la dificultad para respirar con el esfuerzo (57%), astenia (37%), dolores musculares (37%), dolor articular (29%), ansiedad o depresión (46%), problemas para realizar actividades diarias (37%) y problemas de movilidad (56%).

En una primera publicación en la Revista Española de Anestesiologia y Reanimación titulado Pacientes críticos COVID-19 atendidos por anestesiólogos en el noroeste de España: estudio multicéntrico, prospectivo, observacional, este mismo grupo, liderado por el doctor Manuel Taboada del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) y constituido por anestesiólogos de todos los hospitales gallegos registró, que un alto porcentaje de los pacientes de COVID-19 atendidos por los servicios de Anestesiología que necesitaron ventilación mecánica y posición prona presentaron una tasa de mortalidad relativamente alta.

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