Síguenos en redes sociales:

Los casos de pubertad precoz aumentan por los microplásticos y pesticidas

Los casos de pubertad precoz aumentan por los microplásticos y pesticidas

Una investigación de la Universidad de Granada relaciona los químicos con el aumento de menores de 8 años que presentan un desarrollo sexual prematuro | Si antes la menstruación llegaba en torno a los 12 y 13, los médicos están viendo cómo ahora lo hace a los 10 u 11

¿Por qué es perjudicial la pubertad precoz?

¿Qué signos deben vigilarse?

¿Qué se puede hacer?

¿Qué están viendo los pediatras?

¿Por qué crecen los casos?

En las últimas décadas, han aumentado considerablemente los casos de pubertad precoz. Afecta a uno de cada 5.000 o 10.000 niños y niñas, y en mucha mayor proporción al sexo femenino (un niño por hasta 20 niñas). Pediatras y endocrinos detectan este incremento en su consulta, pese a que se desconoce su verdadera incidencia por la poca investigación al respecto. Si antes la menstruación llegaba en torno a los 12 y 13 años, los médicos están viendo cómo ahora lo hace a los 10 u 11. Hay diversos factores que se encuentran detrás de este fenómeno. Aunque tradicionalmente este fenómeno se asociaba solo al sobrepeso, cada hay más evidencias que apuntan a que sustancias como los microplásticos, los químicos o los pesticidas también alteran los procesos hormonales. Investigadores de la Universidad de Granada han estudiado la asociación entre la exposición infantil a pesticidas y el adelanto en la pubertad. España, advierte la investigación, es el mayor consumidor en la UE de pesticidas, que se utilizan en la producción convencional de frutas y verduras.

Los casos de pubertad precoz aumentan por los microplásticos y pesticidas

“Hemos recogido orina en 606 niñas y 933 niños, de entre 7 y 11 años de edad, y estudiamos la presencia de estos químicos. Hemos obtenido resultados llamativos: tener concentraciones más altas se asocia a una mayor probabilidad de desarrollo temprano”, señala Nicolás Olea, catedrático de Medicina de la Universidad de Granada y uno de los investigadores.

Productos ecológicos

En el caso de las niñas, se considera pubertad precoz el crecimiento mamario, una primera menstruación o el vello púbico o axilar a los 8 años. En los niños, se considera el crecimiento genital o el vello púbico o axilar a los 9. Esta investigación es una nueva entrega del grupo multidisciplinar Infancia y Medioambiente (Inma), establecido Asturias, Guipúzcoa, Sabadell, Menorca, València y Granada, y que estudia, desde el año 2000, el papel de los contaminantes ambientales durante el embarazo e inicio de la vida, así como sus efectos en el crecimiento y el desarrollo infantil. Este último trabajo se ha tratado recientemente en el Encuentro Internacional sobre Salud y Enfermedades Medioambientales celebrado en el Hospital HM Nou Delfos de Barcelona.

La nueva entrega de Inma establece una “asociación” entre los pesticidas y la pubertad precoz, algo que, según Olea, tiene “consecuencias” especialmente para las niñas, que sufren procesos psicológicos de miedo, vergüenza, inadaptación y alteraciones en el crecimiento. “En principio no es conveniente que se desarrollen demasiado temprano. Y sabemos que quien come ecológico orina menos pesticidas, por lo que recomendamos que el consumo de comida no convencional no tenga residuos de pesticidas”, apunta este médico.

“Nos comemos el plástico”

Como precisa Carmen Freire, investigadora del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada y del estudio Inma, estos resultados “establecen una asociación” entre pesticidas y pubertad precoz, aunque “sería necesario que otros estudios corroboren” los resultados. La misma investigadora matiza, además, que hay varios estudios con “datos objetivos” que demuestran “claramente” cómo la pubertad se viene adelantando en las últimas décadas, especialmente en las niñas. “Sospechamos que hay varias causas, como la alimentación o los factores sociales. Y ahora vemos que también la exposición a contaminantes puede jugar un papel”.

La endocrina Carme Valls Llobet asegura que la pubertad precoz está relacionada también con los derivados de los plásticos. “Los disruptores endocrinos son sustancias químicas que están en el ambiente, derivadas de insecticidas o plásticos, y que alteran las hormonas de las niñas y hasta de los fetos”, asegura. Por ejemplo, cuando se queman neumáticos en las incineradoras, en el aire se concentran más partículas derivadas de los plásticos que acaban afectando a la pubertad de los menores. “Estamos viendo más casos de pubertad precoz y de menopausia precoz, sobre todo por este tipo de contactos. Pero es que nos estamos comiendo el plástico: hay microplásticos en los peces del mar”, advierte.

Los disruptores endocrinos

“Yo me empecé a preocupar hace unos años cuando, en una semana, me consultaron dos niñas de 4 y 5 años que habían tenido un sangrado”, cuenta Isolina Riaño, endocrino-pediatra del Hospital Universitario Central de Asturias (Oviedo) y miembro del proyecto Inma. Siguiendo la historia clínica de ambas pacientes, vio que el “nexo común” era que en el colegio habían empezado a echarles esencia de árbol de té

“Aparte de los pesticidas, hay disruptores endocrinos [como por ejemplo los parabenos] que están en muchos cosméticos, geles o toallitas higiénicas”, advierte Riaño, quien recomienda comprar productos de este tipo que sean “0% parabenos”. Riaño asegura que empezó a recibir “muchos casos de este tipo”. “Yo vi en mi consulta a pacientes con signos de pubertad precoz que utilizaban sustancias de ese tipo. Si llevaban poco tiempo usándolas, al retirarlas esos signos desaparecían. Si eso se prolonga mucho en el tiempo, puede llevar a desencadenar una pubertad precoz, y eso ya no es reversible”.

Según la endocrino-pediatra del Hospital Universitario Central de Asturias (en Oviedo) Isolina Riaño, por dos razones fundamentales. “La primera, cuando se inicia la pubertad, se cierran los cartílagos de crecimiento y las niñas y niños se quedan con una talla muy baja”, explica. Pero, además, el otro motivo es “psicológico”. “Tener un cuerpo maduro de mujer y mente de niña no es psicológicamente bueno”, dice. “Además, sabemos que, en las enfermas de cáncer de mama, uno de los antecedentes es haber tenido una primera regla muy temprana. Esto no significa que las niñas con reglas muy tempranas vayan a tener cáncer de mama. Pero sí lo contrario: que enfermas con cáncer de mama tuvieron la primera regla muy temprano”, señala por su Nicolás Olea, catedrático de Medicina en Granada e investigador del proyecto Inma, que estudia el papel de los contaminantes ambientales durante el embarazo e inicio de la vida, así como sus efectos en el crecimiento y desarrollo infantil.

En las niñas, la aparición del “botón mamario”, según la endocrino-pediatra del Hospital Sant Joan de Déu Lourdes Ibáñez. “Esto ya de por sí debe ser motivo de consulta médica, antes que la regla, que aparece después”, explica. La pubertad precoz suele darse en niñas en torno a los 8 años, y en niños (en forma de crecimiento genital o vello público o axilar), en torno a los 9.

Según Riaño, si la causa de la pubertad precoz son los disruptores endocrinos (sustancias químicas, como por ejemplo parabenos, que tienen algunos geles y cosméticos), hay que “retirarlos” y “evitar la exposición a dichas sustancias”. Pero sí hay tratamientos específicos para algunos casos. “Son frenadores de la pubertad que se administran mediante una inyección. No se da en todos los casos, sino que solo se aplica en niños muy pequeños con una pubertad evolutiva”, dice, por su parte, la doctora Ibáñez.

La percepción es que la menstruación está viniendo antes. “Como médica tengo la percepción de que cada vez más la menstruación llega entre los 10 y 11 años, y antes lo hacía a los 12 y 13”, dice la endocrina Carme Valls Llobet, que ha estudiado la relación entre la pubertad precoz y los microplásticos.

Los peligros de crecer demasiado pronto

Según la doctora Ibáñez, además de los pesticidas o los microplásticos, el sobrepeso, con más prevalencia que antes, también es un factor clave. “Los pesos al nacer son un poco más bajos y luego hay una mayor tendencia al sobrepeso. Ese cambio puede hacer que empiece la pubertad un poco antes, entre los 8 y 9 años”, dice esta médica de Sant Joan de Déu. La pubertad precoz no es algo “patológico”, pero tampoco es “del todo normal”. “Hay contaminantes ambientales, situaciones de estrés en muchos niños... Probablemente deberíamos cuidarlos más”. En época de COVID, asegura, hubo estudios en Italia que sostenían que se duplicaron los casos de pubertad precoz durante la pandemia o como consecuencia de la misma.

¡Regístrate y no te pierdas esta noticia!

Ayúdanos a adaptar más el contenido a ti y aprovecha las ventajas de nuestros usuarios registrados.

REGÍSTRATE GRATIS

Si ya estás registrado pincha aquí.