José Miguel Orantes | Diputado primero de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados
“La solución a la demora es crear más refuerzos y más juzgados, la digitalización no ha agilizado”
“La inestabilidad laboral se manifiesta en más demandas y carga en los juzgados de lo Social”
Desde 2011 hubo un gran aumento de las causas por tramitar en los juzgados de primera instancia. ¿Por qué?
Desconozco el volumen de retraso, pero hay un exceso de procedimientos y una carencia de juzgados ante la demanda que se está produciendo, en lo civil y otras jurisdicciones. Yo estoy especializado en jurisdicción social, pero en materia civil entiendo que hay determinados procedimientos, como las cláusulas suelo, que han provocado un aumento de la litigiosidad. Creo que es un aumento generalizado a nivel nacional. Con la falta de medios y de juzgados suficientes para cubrir la demanda se está produciendo una demora que ocasiona mayor carga de trabajo a cada uno de los juzgados.
En su especialidad, que se corresponde con los juzgados de lo Social, ¿hay más carga?
Evidentemente. La situación actual ha motivado un incremento en las demandas en el orden social. La inestabilidad en cuanto a la actual problemática laboral se traduce en demandas.
En los juzgados de lo Social hay quejas recurrentes de demoras. Hay dos juzgados de refuerzo y se ha creado otro de número. ¿Son pasos para desatascarlos?
Los refuerzos apoyan a los juzgados uno a cuatro, donde las demoras son endémicas. El problema no se produce tanto en los juzgados cinco y seis, más recientes, y el séptimo acaba de crearse. El primer refuerzo lleva muchos años. Se ha creado uno bis, pero no tiene una dotación de personal propia, no tiene Letrado de la Administración de Justicia propio. En cada procedimiento, el letrado responsable es el del juzgado de origen, y en concreto las ejecuciones se tienen que tramitar desde allí. La carga de trabajo que le resta a los juzgados de origen no es equivalente a la de un refuerzo completo. Pero, en todo caso, estos dos refuerzos resultan insuficientes para el número de procedimientos que se están tramitando.
¿Cuánto se puede alargar un procedimiento en lo Social?
Depende de la materia, y de los juzgados, pero hay procedimientos que tienen una espera de varios años. Si un trabajador está reclamando contra una empresa y se demora uno o dos años, cuando hay una sentencia condenatoria ya se le ha causado perjuicio al trabajador. ¿En un despido? Más de lo mismo. ¿En una prestación de Seguridad Social? Una persona puede reclamar una prestación de incapacidad permanente, y si se demora mucho en el tiempo cuando se celebra al juicio quizás ya haya fallecido.
¿Hay diferencias con otras salas cercanas de esa jurisdicción?
En Santiago también hay una demora bastante importante. En Ferrol el número de procedimientos que se tramitan es muy inferior a los de A Coruña y Santiago, así que la carga de trabajo es menor y, en consecuencia, la demora.
¿Qué solución propone?
Creo que son necesarios, no solo más juzgados, sino más refuerzos. Ahora se ha creado un séptimo juzgado de lo Social, y puede atender demandas de nueva tramitación, pero no puede absorber carga de trabajo de los juzgados anteriores. Los procedimientos en espera solo pueden tramitarse por un juzgado de origen o por uno de refuerzo. La solución es crear más unidades judiciales, otra cosa es que por cuestiones económicas no se esté haciendo.
¿La digitalización de la justicia ha conseguido agilizar los trámites?
Yo creo que no ha conllevado una reducción en el tiempo de las tramitaciones. Otro aspecto son cuestiones de comodidad. También es el futuro, y hay que evolucionar hacia el papel cero, lo que todavía no se ha conseguido. Pero no creo que afecte a las demoras. Al menos de momento, quizás cuando la implantación esté más avanzada pueda ser así.
¿Cómo les ha afectado la reciente crisis del coronavirus?
Hubo una paralización y ralentización de la justicia. Esta ya venía con retrasos, y se han acrecentado con suspensión de vistas, ralentización de la tramitación de procedimientos, etcétera.