Ninguno de los grupos de la oposición presentes en la comisión municipal de Hacienda de hoy respaldó la propuesta del Gobierno local de desestimar las 21 alegaciones que se presentaron a los presupuestos de este año, un paso previo para llevarlas a pleno para la aprobación definitiva de las cuentas municipales que, promete el Ayuntamiento, será la próxima semana. Aunque la decisión no es vinculante, al rechazo del Partido Popular y del BNG se sumó la abstención de Marea, socio del Gobierno local en la realización los presupuestos y pieza clave para su aprobación final, por lo que actualmente el Ejecutivo “está estudiando” con este grupo introducir algunas “mejoras puntuales”, según fuentes municipales.
El Gobierno local asegura que el presupuesto definitivo para este año se aprobará la próxima semana “ratificando el acuerdo inicial entre Marea y PSOE”. Fuentes de Marea confirman que se está “negociando” la incorporación de parte de las alegaciones, ya que considera que algunas de estas “propuestas de la sociedad coruñesa” tienen cabida “dentro de los límites que permite la ley”.
¿Por qué desestima el Concello de A Coruña todas las 21 alegaciones a los presupuestos de 2022?
Esto choca con la interpretación que llevó al Gobierno local a proponer el rechazo de las enmiendas. De acuerdo con la propuesta de resolución, todas las 21 reclamaciones (excepto un apartado de una que se refería a un error material en el sueldo de la alcaldesa, Inés Rey) debían rechazarse porque incumplían los requisitos legales.
Una alegación solo puede presentarse en casos en los que los presupuestos se hayan conformado ilegalmente, falten fondos para cumplir obligaciones o haya fallos manifiestos en las previsiones de ingresos o gastos, pero en las reclamaciones de este año hay desde peticiones de subvenciones a propuestas de actuaciones en barrios, que no ampara la legislación. El Gobierno local asegura que hay “fórmulas” para introducir estas ideas en las cuentas, aunque no aclara si será antes de la aprobación definitiva o después, a través de modificativos de crédito.
El PP justificó su voto negativo en que el Gobierno local “propone desestimar todas las alegaciones sin hablar con nadie” y valoró que la falta de apoyos al dictamen municipal sobre las alegaciones muestra que este “no se entiende ni con sus socios”. El BNG votó en contra, según fuentes del grupo, porque entiende que “muchas de las alegaciones presentadas eran razonables y asumibles”, y la presencia de reclamaciones de asociaciones vecinales y clubes deportivos muestra “la falta de diálogo” durante la elaboración de las cuentas.