La renovación de los chalecos antibalas de la Policía Local, una de las reivindicaciones expresadas por los agentes durante las protestas que efectuaron durante semanas ante el Palacio Municipal, comenzó a materializarse esta semana con la distribución de los primeros 62 equipos de este tipo. Fuentes municipales indican que durante los dos próximos meses se recibirán 163 chalecos más, lo que permitirá que dispongan de ellos todos los agentes que realizan las patrullas en la calle, tanto en los coches como en las motos.
Las previsiones apuntan además a que después del verano llegará una nueva partida de 40 chalecos que fueron ofertados como mejora por la empresa adjudicataria del suministro, que debe entregar 75 más a principios del próximo año. El sindicato CSIF, mayoritario en la Policía Local, confirmó la recepción del primer lote de chalecos pero recordó que el compromiso alcanzado con el Gobierno local era que estuvieran disponibles hace seis meses.
Los chalecos, que tienen una vida útil de diez años, cuentan en su interior con láminas de aramida hidrofugada, una fibra de alta resistencia que actúa como material de protección y que proporciona más seguridad y comodidad al usuario, de forma que puede llevarlo durante toda su jornada de trabajo sin resentirse, ya que también facilita la transpiración del cuerpo y dispone con un tratamiento antibacteriano.
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El nuevo chaleco hace posible también que los agentes lleven en su cinturón los útiles habituales para su labor, además de entrar y salir de los vehículos sin dificultades.
La protección de los agentes con estos chalecos es completa, ya que se proporciona desde todos los ángulos y tanto para ataques con armas de fuego como con blancas del tipo cuchillo y punzón. Los equipos superaron pruebas en la galería de tiro de la Policía Local para comprobar la dificultad de la penetración del proyectil, en las que se reveló que el traumatismo causado por las balas es inferior a 44 milímetros.
El material empleado para la protección tiene una alta resistencia al calor y al frío, así como al fuego, ya que la combustión no se produce hasta que alcanzan los 200 grados, además de al agua y los rayos ultravioleta. Los equipos facilitados a la Policía Local son tanto para agentes masculinos como femeninos, ya que los destinados a estas últimas están adaptados a su físico. Los policías que lo solicitaron recibieron además chalecos de tallas especiales.
La suministradora de los equipos cuenta además con un seguro de responsabilidad civil que cubre los daños ocasionados a los agentes municipales por la existencia en los mismos de cualquier defecto o imperfección por el importe de nueve millones de euros a lo largo de los diez años de garantía de los chalecos.