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Gimnasia artística

La fuerza de cinco

Paula López, Rocío Amor, Nadia Albacete, Alicia Sadia y Ana Sánchez, del Tempo, lograron la primera medalla por equipos para Galicia en un nivel de vía olímpica

La fuerza de cincovíctor echave

No hace mucho que la gimnasia artística practicada en Galicia parecía tener un techo. "Cuando yo empecé, era casi imposible superar el nivel 4", recuerda Fon Galán. Pero en el Club Tempo han ido poco a poco rompiendo todas las barreras. Porque si ya fue histórico el título de campeona de España de Rocío Amor en nivel 6, el primero en vía olímpica, y la participación de María Míguez en el 10 junto a la elite de la especialidad, una medalla de bronce nacional por equipos en el nivel 8 es toda una confirmación porque significa no solo tener a una gran gimnasta, sino cinco: Ana Sánchez, Alicia Sadia, Nadia Albacete, Rocío Amor y Paula López. El primer podio en esta categoría para la comunidad. Y eso que la temporada empezó con la inesperada baja de su referente, María Míguez, que se retiró, y con la lesión de su otra gimnasta con más experiencia, Noelia Bacariza. Unos inconvenientes que superaron en equipo. "Este año teníamos que demostrar que el Tempo no dependía solo de una sino que todas son importantes. Individualmente cada una se puso las pilas y a día de hoy son mejores. Se ha demostrado que al final el trabajo y las ganas vencen a cualquier cosa", proclama el entrenador del conjunto coruñés.

Porque han vuelto a hacer historia. Fue en Valencia, hace ya quince días. "Empezamos por barra, yo no nos vi muy nerviosas", relata Ana Sánchez, proclamada por sus compañeras, más tímidas, como la portavoz para narrar las rotaciones de la competición. "Lo que mejor se nos dio este año en la Liga Iberdrola fue la barra. En todas las fases tuvieron una caída entre todas. En el Campeonato de España se cayeron tres", precisa el entrenador. "Después nos fuimos a suelo que nos salió genial a todas', continúa Ana. "En suelo tenemos el hándicap de que en Galicia no tenemos ningún suelo de muelles, que es el de competición. Entrenan en un hinchable. Botan ahí y recepcionan en colchoneta y no es lo mismo. Por eso siempre hay pequeñas dudas", vuelve a matizar Galán.

"En salto, aunque no tenemos mucha dificultad, sacamos mejores notas que los mejores", cuenta esta vez Alicia. "Y en paralelas también estuvo bien", concluye. "¡Si fue un desastre!", le replica Nadia. "Sí la verdad es que yo me caí bastante", se ríe Ana. Más nervios pasaron hasta que pudieron confirmar su medalla. Cuando terminaron, iban segundas en la general y todavía quedaban cuatro equipos por competir. "Como no nos habían salido las paralelas de nuestras vidas estábamos esperando las notas de las rivales", recuerda Alicia. Sabían que uno de esos conjuntos les iba a superar. Y que todo estaría entre ellas y el L'Hospitalet, al que siguieron su actuación en barra. A nivel colectivo, las catalanas no les rebasaron en la clasificación, por lo que celebraron el bronce, pero en el individual, la última de todas las competidoras le arrebató la tercera posición del podio de ese aparato a Rocío Amor, que finalmente fue cuarta. "Le pasó exactamente lo mismo hace unos años en Valencia. Ya tiene cruzada la ciudad", bromea Fon.

Parece fácil, pero no lo es. El día a día para ellas es duro. Alicia Sadia y Ana Sánchez, las mayores, compaginaron los entrenamientos seis días a la semana con los estudios de Primero de Bachillerato, Ana incluso con una media superior al 9. Todas conviven con el dolor de las lesiones, especialmente Paula López y Nadia Albacete. A una el talón y otra el tobillo les hicieron entrenar a medio gas prácticamente toda la temporada. Aunque a veces son peores los bloqueos mentales como a los que se enfrentó Rocío Amor. "Muchas veces lo quieren dejar, tienen bajones. Esto es duro y exige mucho", explica Galán. "Pero al final es imposible dejarlo", responde Ana. La más positiva es Alicia: "Para mí fue la mejor temporada sin duda, en la que más mejoré". Fon la pone como ejemplo. "Rompió barreras y sacó elementos que ella misma creía que era imposible. Eso le viene muy bien para su confianza en todos los niveles ante cualquier cosa que vea imposible", dice.

Al final, superaron todo en familia, por eso una medalla por equipos sabe casi mejor que una individual. Casi, que la gimnasia no deja de ser un deporte individual. Los miedos de los primeros elementos, las dudas, los agobios se pasan mejor en compañía y con unos entrenadores a los que han entregado su confianza. Y sin presión. "Yo lo que les pido es es que se superen cada día y que sean felices con esfuerzo y trabajo. La filosofía del club es que no se pongan metas en cuanto a resultados porque si no los consiguen es un fracaso y eso mal asimilado puede llevar al abandono". De momento, las más pequeñas, Paula y Rocío, confirman sin peros que continuarán al pie del cañón a la vuelta del verano. Nadia, que le toca estar siempre en el medio por edad y estatura, también. Son Ana y Alicia las que siembran las dudas. "Habrá que valorar", dicen, "pero seguro que encontramos una fórmula para seguir".

Triunfos del UDC

En el Campeonato de España de Valencia otra compañera del Tempo, Jessica López, también se subió al podio como medalla de bronce en salto y tercera clasificada en la general del nivel base 8. Además, hubo otros éxitos coruñeses. En categoría masculina, todos protagonizados por el potente equipo del Ximnasia UDC con 14 medallas. En nivel 1, Erik Cortázar se proclamó campeón de la general, con el oro también en paralelas y salto y la plata en caballo con arcos. En la misma categoría, además, su compañero Noe Prenas consiguió dos medallas por aparatos: plata en suelo y bronce en anillas. En base 3, Ethan Álvarez fue campeón en suelo, Daniel Álvarez bronce y los dos, junto a Ángel Sánchez, plata por equipos. Y por último, Daniel Rodríguez, en el nivel base 6, se proclamó subcampeón de España, plata a la que sumó otro tres metales por aparatos: oro en caballo con arcos, plata en anillas y bronce en paralelas.

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