Otro examen para el Leyma

No hay tregua. Después de la victoria en Valladolid de la semana pasada, cuando el Leyma rompió una racha de más de 600 días sin perder de ese club en su cancha pucelana, los naranjas se enfrentan a un reto si cabe todavía mayor al medirse en Lugo al líder Breogán (19.00 horas), el hasta ahora mejor equipo de la LEB Oro con nueve victorias y tan solo una derrota. El duelo enfrenta al primero con el segundo clasificado y para los naranjas es la oportunidad de acercarse un pasito a sus rivales, del que le separan dos triunfos y el basquetaverage —que precisamente dejaron escapar en Valladolid—, ya que en la primera vuelta fueron los lucenses los que se llevaron el derbi por 8 puntos (60-68), aunque sin Gary McGhee sobre la cancha.

“Jugamos contra el hasta ahora mejor equipo de la competición. Es la referencia, solo ha perdido un partido, ha ganado todos os de casa, tiene una plantilla de primerísimo nivel, con hasta siete jugadores que ha ya saben lo que es ascender más el entrenador. Si además le sumas el pasado reciente, que ya saben lo que es ganar la liga... le convierten en el equipo referente”, analiza Sergio García en la previa. También Diego Epifanio tiene elogios para el Leyma: “Es la plantilla más larga de la competición. El scouting individual fue el más largo de todos. Hay muy buenos jugadores, tienen un poco de todo. Ese número de sillas en el banquillo hacen que jueguen a un gran ritmo y hace que los equipos estén incómodos porque el ritmo es muy alto, desgastan defendiendo y tienen mucha calidad y talento. Te exige mucho, concentración ofensiva y defensiva, te desgasta continuamente. Es el equipo que más te exige de la competición”.

La referencia más cercana es la del partido de la primera vuelta, una derrota naranja por 60-68, aunque en principio no sirve porque el Leyma tuvo que jugar sin su referencia interior, Gary McGhee, precisamente uno de los exjugadores del Breogán de la plantilla coruñesa —también Dago Peña, Romaric Belemene y Osvaldas Matulionis—. “Es emocionante volver a Lugo y jugar contra el Breogán. Es el equipo con mejor récord y queremos la revancha. Nos ganaron, pero yo estuve todo el partido en el banquillo. Ellos tienen buenos jugadores, con buena presencia interior”, reflexionó ayer el pívot estadounidense, que ha ido de menos a más para acoplarse al equipo y ahora ser una pieza fundamental. “Nos ha costado coger el ritmo, hemos tenido altibajos, espero que en este año nuevo mejoremos como equipo”, añadió.

Esos altibajos de los que habla Gary McGhee es lo que impide que al Leyma se le pueda dar un sobresaliente en su actuación en lo que va de temporada. El equipo es capaz de lo peor y de lo mejor. Pero lo que siempre ha demostrado es luchar hasta el límite cada partido. Lo hizo contra el Breogán. No le salieron las cosas y pese a todo, incluida una exhibición de los hermanos Quintela, solo perdió por 8 puntos. “Nosotros vamos con toda la ilusión, ambición e humildad de competir y llegar con opciones a los minutos finales. Ellos se han mostrado muy sólidos, pero nosotros sabemos que también tenemos argumentos para competir y buscar la victoria. Si estamos bien en defensa, sólidos en el rebote y controlamos nuestras pérdidas de balón, vamos a tener opciones seguro. Vamos a darlo todo para intentar darle otra alegría a nuestra afición”, valoró el técnico vasco.

Potencia física

Epi, por su parte, puso el acento sobre la condición física. “El Leyma está encontrando su ritmo de ataque, cada vez más fluido, y el defensivo ya lo ha tenido todo el año por su capacidad física. Será un partido que va a exigir mucho esfuerzo físico y el que cometa menos errores es el que probablemente saque la victoria”, comentó el entrenador breoganista, que también señaló el buen momento de Peciukevicius y el efecto McGhee: “Condiciona mucho a los rivales por su capacidad para trabajar cerca del aro, por su calidad en los bloqueos y porque obliga a realizar mucho esfuerzo en el rebote ofensivo”. A todos estos ingredientes hay que añadir un extra que es lo importante que sería ganar para afrontar después un parón de dos semanas. El Leyma no vuelve a jugar hasta el 29 de enero.