Síguenos en redes sociales:

Portazo a la confianza

El Deportivo deja pasar la oportunidad de dar un salto en la clasificación y reconciliarse con sus aficionados ante un ordenado y afortunado Girona

El Deportivo cae ante el Girona en Riazor

64

El Girona se encontró ayer con tres puntos en dos acciones inesperadas y cuando más a merced estaba del Deportivo. Claro que se topó con un equipo que no lo es y que fía todo su potencial ofensivo a la calidad individual de sus futbolistas. Y cuando falta lo básico, que es el gol, el adversario puede puntuar e incluso vencer con muy poquito, solo le hace falta orden y un poco de fortuna, como le sucedió ayer al cuadro catalán.

Los blanquiazules estaban manejando con cierto criterio el partido, aunque sin profundidad, como siempre, y no llegaban a pasar problemas en defensa. Parecía que enfrente había un rival muy justito arriba y contundente y seguro atrás. Sin embargo, cualquier pelota a un área puede conllevar peligro, por muy inocente que sea, como se vio ayer. Francis había atrapado el balón con tranquilidad, pero Gil Manzano vio un penalti de Albentosa a Kayode. Demasiado meticuloso, por no decir que solo el árbitro vio esa infracción; lo mismo hizo en la segunda parte con el penalti a Lucas.

Esa nimiedad marcó y definió el partido, porque el Deportivo apenas inquietó a Bono a pesar de que las estadísticas dijeron de que tenía un porcentaje superior en el manejo de la pelota. El primer remate entre los tres palos llegó en el minuto 36 por medio de un cabezazo de Cartabia desde fuera del área que llegó manso a las manos del portero rojiblanco. No parece que sea demasiado para un equipo que necesitaba ganar si quería dar un salto en la clasificación y también en la confianza de sus seguidores.

El Deportivo cae ante el Girona en Riazor

64

Oportunidad fallada

Tenía que vencer el cuadro coruñés para meterse en la mitad de la tabla y dejar el descenso a cinco puntos, y tenía que hacerlo mostrando una versión que hace mucho tiempo ni se atisba por Riazor, por este estadio en el que su aforo alcanza en casi todos los partidos los tres cuartos. Non en días como ayer, que la mayoría de sus seguidores aun tienen trabajo.

Un nuevo traspiés para la parroquia que sigue sin disfrutar de tres victorias consecutivas en directo -en su feudo- desde el año 2010, cuando Miguel Ángel Lotina entrenaba al cuadro blanquiazul. Desde entonces, dos descensos y tres permanencias a última hora. Este año hay plantilla para mucho más. Para alcanzar el objetivo de la permanencia antes de la última jornada; sin embargo, la trayectoria es similar a la de ejercicios anteriores. El Deportivo no enseña nada ni tan siquiera cuando gana.

Pulsa para ver más contenido para ti