Síguenos en redes sociales:

Rubén de la Barrera, el sábado en Riazor en el partido contra el Algeciras. | // CASTELEIRO / ROLLER AGENCIA

fútbol - Deportivo

De la Barrera pone la directa

El técnico sorprende con una versión más vertical del equipo en su estreno

La segunda etapa de Rubén de la Barrera en el banquillo del Deportivo empezó el sábado de la mejor manera posible. Riazor se reconcilió con su equipo, disfrutó y se ilusionó con la actuación de sus jugadores jóvenes en una goleada que renueva el ambiente alrededor del club antes de afrontar el play off. Fue un Dépor diferente, casi sorprendente, después de apenas cuatro sesiones de entrenamiento con De la Barrera al mando, alejado de la versión a la que había acostumbrado a su afición en las dos etapas previas con Borja Jiménez y Óscar Cano en el banquillo.

Un equipo más vertical. El Deportivo apostó desde la temporada pasada por un juego posicional y, por momentos, incluso se resignó ante ese estilo. No fueron pocas las alusiones de los técnicos anteriores al perfil de sus futbolistas para justificar el juego madurado y controlador que ha exhibido el equipo durante este curso. De la Barrera, sin embargo, buscó algo diferente, mas directo, aunque para ello haya tenido que recurrir a jugadores sin demasiados minutos.

Yeremay y Mella, a escena. El técnico coruñés buscó imprimir el sábado al equipo otro ritmo, con desmarques y rupturas. En la delantera lo tuvo claro con Svensson, igual que lo tuvo Cano a su llegada antes del aterrizaje de Lucas, pero en las bandas no tenía mucho donde elegir. Los jugadores capaces de romper al espacio no abundan en la plantilla después de la salida de Víctor Narro, así que De la Barrera se decidió por un Yeremay inédito hasta ahora. El talento del canario está fuera de toda duda, el recurso de su gol lo dejó claro, pero lo que estaba más en entredicho era su implicación defensiva. El sábado cumplió de tal manera que incluso sorprendió a Álex Bergantiños. “He tenido que gritarle menos de lo que pensaba. Me ha sorprendido para bien”, afirmó el capitán. De la Barrera incluso hizo debutar al prometedor David Mella para mantener esa apuesta por un juego más directo. La incógnita ahora radica en qué hará el técnico coruñés cuando Quiles esté disponible tras recuperarse de su lesión en la cara.

Lucas en versión mediapunta y Soriano se divierte. El Deportivo mostró el sábado una versión más directa, pero también fue un equipo acompasado. Tuvo pausa en fases iniciales del juego, incluso se le atragantó, por momentos, la salida del balón, y aceleró solo cuando lo necesitó. Sorprendió la presencia de Lucas en un papel intermedio, con la capacidad de bajar hasta el centro del campo para atraer rivales y así habilitar los espacios para sus compañeros. Ahí fue cuando el Dépor se mostró más vertical sin necesitar demasiado a los laterales, discretos, especialmente un Trilli recuperado pero sin ritmo. Clave fue también la aportación de Soriano en el papel que más disfruta. “Siempre he dicho y siempre diré que me gusta jugar por dentro. Asociarme, venir a espacios que se generan... el míster me ha puesto ahí, interior izquierdo, y me siento cómodo. Cuando el equipo juega así, cuando estoy en contacto con el balón... me he divertido mucho, he disfrutado y me he sentido como en mis épocas de interior o mediapunta”, reconoció el centrocampista.

¡Regístrate y no te pierdas esta noticia!

Ayúdanos a adaptar más el contenido a ti y aprovecha las ventajas de nuestros usuarios registrados.

REGÍSTRATE GRATIS

Si ya estás registrado pincha aquí.