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Galicia es la quinta comunidad donde más baja la recaudación tributaria

Los ingresos por el impuesto sobre la Renta acumulan un descenso del 5% y el IVA, del 1,6% pese a las subidas - Solo las tasas sobre combustibles presentan datos positivos

No hay más prueba de que las subidas de impuestos no han funcionado como el Gobierno hubiese querido que su determinación por modificar el modelo fiscal con el objetivo, reconocido por el ministro Montoro en una entrevista publicada el lunes, de recaudar más "para poder salir de la crisis".

A pesar de que el Ejecutivo publicitó ya a finales del año pasado que los resultados del alza sobre el IVA y el complemento sobre el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) iban en la línea de lo calculado por Hacienda, lo que el Estado obtiene del pago de las diferentes tasas no deja de caer. Entre enero y noviembre pasados y pese al ansia por ver la recuperación, la recaudación tributaria del país se redujo un 0,9% respecto al mismo periodo de 2012. La caída en Galicia es aún peor, de un 2,4%, la quinta más pronunciada del Estado, por detrás de La Rioja, Murcia, Castilla-La Mancha y Valencia y equivale a 373.560 euros al día.

El descenso gallego obedece sobre todo a los menores ingresos obtenidos en los dos tributos con más peso en el total, el que grava las rentas y el aplicado sobre el consumo. Suman algo más de 4.000 millones un 81% de lo que Hacienda obtiene en la comunidad gallega.

La Agencia Tributaria recaudó en Galicia 2.256 millones hasta noviembre por el IRPF, que en 2012 sufrió una subida "temporal" con el gravamen complementario, un 5% menos que en los once primeros meses del año pasado. El IVA ha tenido un comportamiento algo mejor, con 1.761 millones, un 1,6% menos que en 2012, a pesar de que hace ya más de un año -se empezó a aplicar en septiembre- que el Gobierno volvió a subir los tipos general y reducido. De hecho, la Agencia Tributaria calcula que el alza ha tenido un impacto sobre las cuentas del Estado de 7.969 millones desde entonces.

A Coruña es la provincia que encabeza el descenso del impuesto sobre la Renta, con una caída del 8% y una recaudación de 1.326 millones de euros, el 59% de lo que la Agencia Tributaria logra por este impuesto en la comunidad. Le sigue Lugo, que reduce su aportación a las arcas del Estado por esta tasa un 6%. En Pontevedra, que aporta 598 millones al Fisco, se produce un ligero aumento del 0,1%, mientras que en Ourense avanza el 5%. En el conjunto del Estado, los ingresos por esta tasa también cayeron, aunque menos que aquí, un 1%.

Si los impuestos miden en parte el pulso de la recuperación económica, en Galicia Pontevedra es la locomotora, dado que además de tener mejores ingresos por IRPF -se entiende por los mayores salarios o los menores despidos- también presenta un incremento en el consumo, aunque todavía tímido, con un 3,2% más de recaudación por IVA. Mientras, A Coruña, que aporta un 50% de los ingresos gallegos por este impuesto a las arcas del Estado, mejora los datos de los primeros once meses del año pasado, pero en menor proporción, un 1,7%. En Lugo, sin embargo, el consumo parece estar bajo mínimos, con una caída del IVA del 24%, que en Ourense asciende al 11%.

El escaso impulso del consumo en Galicia contrasta con la marcha general del Estado, donde los ingresos por esta tasa crecen un 5% y según concluye Hacienda en su informe de recaudación, "el gasto se está recuperando a un ritmo intenso".

Además de las tasas sobre las rentas de los no residentes, cuya aportación aumento un 15%, sólo los impuestos especiales tienen una evolución positiva en Galicia respecto a 2012, al aumentar un 5%, y pasar de los 42 millones recaudados en los once primeros meses del año pasado a los 44 de este ejercicio.

El incremento es igual al registrado en el conjunto del Estado y que Hacienda atribuye a la mejora -del 24,2%- del impuesto sobre los combustibles, mientras que tanto los aplicados sobre el tabaco, el alcohol y la electricidad retroceden.

Este comportamiento puede deberse a que, como recoge el informe de Hacienda, "la fiscalidad medioambiental más los cambios en el Impuesto sobre Hidrocarburos y en el Impuesto sobre el Carbón" suman un impacto sobre las cuentas de 1.932 millones, casi tanto como el gravamen complementario sobre el IRPF (2.006).

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