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García Martín reclama una deuda de 3,7 millones por la compra fallida de Isidro 1952

El empresario figura como acreedor en el concurso de la pesquera, cuya unidad productiva compró Profand

El empresario coruñés Carlos García Martín figura en el listado de acreedores del proceso concursal de Isidro 1952, la histórica pesquera antes conocida como Isidro de la Cal. García Martín, que el año pasado llegó a ser anunciado como el nuevo propietario de la compañía, reclama más de 3,7 millones de euros por la operación fallida.

El dueño de la compañía de rótulos Feca-Neón y de Óptica Gallega se considera comprador legítimo de Isidro 1952 pese a la decisión de la otra parte de romper el contrato de compraventa. El 17 de enero del año pasado Pablo García-Gascó, entonces propietario y presidente de la pesquera coruñesa, comunicaba al comité de empresa que había vendido la compañía a García Martín y que la operación conllevaba además la retirada del ERE (expediente de regulación de empleo) en negociación, lo que permitía la continuidad de los 223 puestos de trabajo. Sin embargo, a la semana siguiente Gascó daba por roto el contrato, al entender que el comprador no lo cumplía íntegramente. Días antes, habían trascendido problemas de impagos en las empresas gestionadas por García Martín, que en esas fechas ensalzaba el reto “apasionante” de reflotar Isidro 1952 y expandir Sanbrandán, dos firmas coruñesas que intentó comprar y que finalmente se quedaron en operaciones frustradas.

Sin venta, ante la caída de la facturación y con un agujero financiero estimado en al menos 70 millones de euros, la compañía acabó cesando su actividad el año pasado, despidiendo a la plantilla y en liquidación. En la subasta organizada por el juzgado, la pesquera Profand se ha hecho con la unidad productiva.

Carlos García Martín sostiene que la venta firmada el año pasado se anuló sin motivos justificados y reclama la cantidad de 3.747.287,53 euros dentro del proceso concursal.

Adjudicación provisional

La pesquera viguesa Profand se ha adjudicado las instalaciones de la desaparecida Isidro 1952, en una operación que incluye no solo la planta y el frigorífico del polígono de Espíritu Santo, en Cambre, sino también las piscinas fluviales de truchas; en conjunto, ha alcanzado un importe de 9,8 millones de euros. La compañía que dirige Enrique García Chillón prevé crear 140 puestos de trabajo.

En espera de que se formalice la transacción (la adjudicación es provisional), la compra de Profand implica la reactivación de la mayor parte de Isidro 1952. La compañía prevé que necesitará 120 empleados para que la planta de Cambre recupere su plena actividad y otros 20 para reactivar los criaderos piscícolas.

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