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El PP pierde la Diputación de A Coruña al caer en casi 61.000 apoyos en la provincia

Los populares logran 517 concejales en la provincia, 75 menos que hace cuatro años - El PSOE se hace por primera vez con la corporación provincial de Pontevedra

El PP pierde la Diputación de A Coruña al caer en casi 61.000 apoyos en la provincia

El desplome del PP en las ciudades de la provincia de A Coruña hace tambalear su bastón de mando en la Diputación. A Coruña, donde el recuento fue especialmente rápido por la implantación del sistema de mesas electrónicas, marcó la pauta de una caída de concejales y apoyos respecto a las elecciones municipales de 2011, en favor de las Mareas, que se vio confirmada en Ferrol y Santiago, donde los resultados supusieron la pérdida de las mayorías absolutas en las tres ciudades.

Según las primeras estimaciones, los populares perderían cuatro representantes en la Diputación coruñesa, quedándose con 13, sin opción a asumir directamente el mando de la corporación. Las mareas ciudadanas explican lo ocurrido con el organismo provincial en A Coruña. De los 17 diputados que retenían los populares desde 2011, una posición muy cómoda -la mayoría son 14- que les permitió arrebar la Presidencia en favor de Diego Calvo a la coalición de PSdeG y BNG en la legislatura anterior, pasan ahora a ocupar 13. Los socialistas recortan su presencia en uno, hasta los 8; y el Bloque amarra los cinco que tenía desde la anterior cita con las urnas. Marea Atlántica, ganadores de los comicios coruñeses, saltan al ruedo provincial con tres diputados. La fuerza de Alternativa dos Veciños en Oleiros, con 14 de los 21 concejales del municipio vecino a la capital coruñesa, le permite alcanzar representante en la Diputación. Al igual que Compostela Aberta, la marca de las mareas en Santiago que lideró Martiño Noriega, coportavoz de Anova, y que triunfó en Compostela.

Los resultados oficiales son todavía una incógnita porque esta vez el Ministerio del Interior no incluyó el reparto provincial en su actualización de los resultados de las elecciones locales, sin que hayan transcendido las razones.

Con el 98% de las papeletas escrutadas en la provincia, el PP se hizo con 201.724 votos, el 34,48% del total, lo que se tradujo en 517 ediles frente a los 592 de hace cuatro años. El apoyo se queda por debajo de los más de 262.651 sufragios, casi 61.000 menos que hace cuatro años, y siete puntos menos que el 41,82% cosechado en 2011. Estos resultados harían perder a los populares la mayoría absoluta en la corporación provincial, donde esta legislatura obtuvieron un total de 17 diputados frente a los 13 de la anterior. Los socialistas durante el pasado mandato se quedaron con nueve actas en corporación provincial, tres menos que cuatro años atrás, y el BNG obtuvo cinco diputados frente a los seis de los comicios anteriores.

No solo el PP pierde votos en la provincia. PSdeG y BNG también. Los socialistas obtuvieron cerca de 28.400 menos, ya que al cierre de esta edición se habían hecho con 123.530 apoyos frente a los casi 152.000 de hace cuatro años. Entonces habían logrado uno de cada cuatro sufragios y en la cita electoral de ayer el uno de cada cinco. La cifra de concejales se mantiene como hace cuatro años: 318. El Bloque redujo su respaldo al 12,3% de los sufragios, frente a los casi 16,4% de las pasadas elecciones municipales. En número de votos, el descenso de apoyos fue de más de 30.000, lo que se traduce en 177 concejales en la provincia, 40 menos que en 2011. La cuarta formación con más votos en la provincia fue Marea, que se alzó en la ciudad de A Coruña como primera fuerza con más de 34.800 votos.

Los cambios que deja el 24-M en Galicia van mucho más allá de la panorámica municipal. El enorme desgaste del PP en las principales ciudades de la comunidad, sin mayoría absoluta en ninguna y como primera fuerza solo en tres de ellas -Ourense, Lugo y Ferrol- le pasa factura en los bastiones provinciales, hasta el punto de que el eterno mando de la Diputación de Pontevedra se le cae de las manos. Los populares lograron el peor resultado de la historia en el organismo: 12 diputados. Son cinco menos que en 2011, según los datos que ayer manejaban los partidos.

La Diputación de Lugo se mantendría sin variaciones, con lo que, en principio, hay vía libre a que socialistas y nacionalistas repitan su pacto para seguir coaligados. De hecho, el presidente es José Ramón Gómez Besteiro, secretario xeral del PSdeG.

El único oasis para los populares es Ourense. En su caso, con un impacto muy residual a la vista de lo sucedido en el resto de diputaciones. El PP, con José Manuel Baltar en la Presidencia, solo pierde un diputado. De 15 a 14, uno más de la mayoría absoluta. Los socialistas resisten con 8. El Bloque, en cambio, pierde uno. Esos dos que quedaban van a parar para Democracia Ourensana, que se coloca de segunda fuerza de la capital de la provincia.

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