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Los otros partidos que también cuentan

Las fuerzas que se quedaron hace cuatro años fuera del Parlamento gallego lograron medio millón de sufragios, más apoyos que socialistas y AGE juntos

En las últimas elecciones autonómica (2012) el Partido Popular ganó con 660.280 votos que le dieron 41 escaños. A esos comicios se presentaron un total de 26 partidos. Restando los clásicos -PP, PSdeG, AGE y BNG- el cómputo de votos obtenidos por el resto de candidaturas, los pequeños partidos, coaliciones y organizaciones, fue de 512.260, superando así a los dos principales grupos de la oposición, PSdeG y AGE, juntos. En la cita electoral del 25 de septiembre son 21 las fuerzas que se presentan. Una quincena de ellas intentan arrebatar votos a los principales partidos.

"Los que nos apoyan no quieren votar lo que ofrecen otras opciones, no les satisface lo que hay", valora Juan García, responsable del consejo organizador de Escaños en Blanco (EB). Esta propuesta tiene como principal promesa electoral dejar los puestos que consigan vacíos. "Nuestro objetivo no es solo ahorrar el dinero que supone ese diputado, porque devolvemos el dinero, sino presionar para que se cambie la ley electoral, para que los votos en blanco también cuenten; en el momento en el que eso pase, nosotros desapareceremos", asevera García. Hace cuatro años 38.500 gallegos escogieron votar en blanco y 17.140 optaron por hacerlo al partido EB. Juntos obtendrían cerca del 3% de los apoyos totales.

Los pequeños partidos viven la carrera política como si fuera una maratón. "Vamos poco a poco, no hay desmoralización, sino todo lo contrario, los políticos que queremos servir de verdad al país tenemos que estar en la calle para que nos pregunten, critiquen y mejoren, queremos hacer un frente de unidad amplio conectado con la realidad y la calle nos da ánimo", explica la líder de Recortes Cero- Grupo Verde, Pastora Fernández. En dos años de vida han ido tejiendo una red por toda España que en Galicia abarca 40 poblaciones. Fue la primera agrupación de electores que se presentó a unas elecciones europeas y recogieron 50.000 firmas.

Este tipo de agrupaciones centran sus esfuerzos en combatir a su peor enemigo: el anonimato. Pacma lo ha logrado involucrándose en múltiples causas que le han dado notoriedad, como abolir el Toro de la Vega o la tauromaquia, así como otros festejos tradicionales de España que implican maltrato animal. Recortes Cero lo ha logrado con el apoyo de un buen número de personajes famosos de diferentes ámbitos culturales, sociales, científicos... Así, implicaron incluso a políticos, como Gaspar Llamazares, en un manifiesto por un pacto "de progreso" entre PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos que desbloquee el Gobierno central. Uno de sus mayores impulsores es el pintor Antonio López.

Recortes Cero es un movimiento y no un partido político. Fernández insiste en esto porque los diferencias de los viejos grupos. En un momento en el que se habla tanto de nuevas formas de hacer política, señala que esta deben "adoptar maneras que se correspondan más con el momento". A los que critican que darles su voto no es útil, Fernández les contesta con medidas. "La redistribución de la riqueza es un voto útil", apunta.

Los pequeños partidos representan el hastío de la sociedad con los grupos tradicionales, pero también el auge de nuevos movimientos como el animalista y el ecológico. Pacma obtuvo en las autonómicas un 0,55% de los votos, pueden parecer pocos pero son 8.000, la novena fuerza. Sus datos en las generales mejoran cada año, en las últimas superaron los 284.800. "El voto de los desencantados de ciertos grupos políticos se vuelca en otros partidos puros y duros, la gente que nos vota a nosotros está muy concienciada con los animales y el medio ambiente", valora la candidata a la presidencia de la Xunta de Pacma, María Luisa de Ceano-Vivas.

Ser pequeños no proporciona ni una sola ventaja; sin embargo, su convicción es fuerte y no se desaniman. La candidata de Pacma resume el camino que todos han emprendido: "Sabemos que ni en estas ni en las siguientes elecciones llegaremos a tener un escaño, pero de aquí a unos años lo haremos como ya ha pasado en otros países europeos", explica.

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