Diez segundos fue el tiempo que tardó la torre de Meirama en desplomarse y pasar a la historia con la voladura controlada que se ejecutó este miércoles en la extinta central térmica situada en la parroquia de As Encrobas, en el municipio coruñés de Cerceda. Vecinos y curiosos se apostaron en las cercanías de la central, tras el cordón de seguridad, para ser testigos de la derrumbe de la estructura de refrigeración.
Derribo de la torre de Meirama.
Carlos Pardellas
Diez segundos fue el tiempo que tardó la torre de Meirama en desplomarse y pasar a la historia con la voladura controlada que se ejecutó este miércoles en la extinta central térmica situada en la parroquia de As Encrobas, en el municipio coruñés de Cerceda. Vecinos y curiosos se apostaron en las cercanías de la central, tras el cordón de seguridad, para ser testigos de la derrumbe de la estructura de refrigeración.
Derribo de la torre de Meirama.
Carlos Pardellas
Diez segundos fue el tiempo que tardó la torre de Meirama en desplomarse y pasar a la historia con la voladura controlada que se ejecutó este miércoles en la extinta central térmica situada en la parroquia de As Encrobas, en el municipio coruñés de Cerceda. Vecinos y curiosos se apostaron en las cercanías de la central, tras el cordón de seguridad, para ser testigos de la derrumbe de la estructura de refrigeración.
Derribo de la torre de Meirama.
Carlos Pardellas
Diez segundos fue el tiempo que tardó la torre de Meirama en desplomarse y pasar a la historia con la voladura controlada que se ejecutó este miércoles en la extinta central térmica situada en la parroquia de As Encrobas, en el municipio coruñés de Cerceda. Vecinos y curiosos se apostaron en las cercanías de la central, tras el cordón de seguridad, para ser testigos de la derrumbe de la estructura de refrigeración.
Derribo de la torre de Meirama.
Carlos Pardellas
Diez segundos fue el tiempo que tardó la torre de Meirama en desplomarse y pasar a la historia con la voladura controlada que se ejecutó este miércoles en la extinta central térmica situada en la parroquia de As Encrobas, en el municipio coruñés de Cerceda. Vecinos y curiosos se apostaron en las cercanías de la central, tras el cordón de seguridad, para ser testigos de la derrumbe de la estructura de refrigeración.
Derribo de la torre de Meirama.
Carlos Pardellas
Diez segundos fue el tiempo que tardó la torre de Meirama en desplomarse y pasar a la historia con la voladura controlada que se ejecutó este miércoles en la extinta central térmica situada en la parroquia de As Encrobas, en el municipio coruñés de Cerceda. Vecinos y curiosos se apostaron en las cercanías de la central, tras el cordón de seguridad, para ser testigos de la derrumbe de la estructura de refrigeración.
Derribo de la torre de Meirama.
Carlos Pardellas
Diez segundos fue el tiempo que tardó la torre de Meirama en desplomarse y pasar a la historia con la voladura controlada que se ejecutó este miércoles en la extinta central térmica situada en la parroquia de As Encrobas, en el municipio coruñés de Cerceda. Vecinos y curiosos se apostaron en las cercanías de la central, tras el cordón de seguridad, para ser testigos de la derrumbe de la estructura de refrigeración.
Derribo de la torre de Meirama.
Carlos Pardellas
Diez segundos fue el tiempo que tardó la torre de Meirama en desplomarse y pasar a la historia con la voladura controlada que se ejecutó este miércoles en la extinta central térmica situada en la parroquia de As Encrobas, en el municipio coruñés de Cerceda. Vecinos y curiosos se apostaron en las cercanías de la central, tras el cordón de seguridad, para ser testigos de la derrumbe de la estructura de refrigeración.
Derribo de la torre de Meirama.
Carlos Pardellas
Diez segundos fue el tiempo que tardó la torre de Meirama en desplomarse y pasar a la historia con la voladura controlada que se ejecutó este miércoles en la extinta central térmica situada en la parroquia de As Encrobas, en el municipio coruñés de Cerceda. Vecinos y curiosos se apostaron en las cercanías de la central, tras el cordón de seguridad, para ser testigos de la derrumbe de la estructura de refrigeración.
Derribo de la torre de Meirama.
Carlos Pardellas
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Derribo de la torre de Meirama.
Carlos Pardellas
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Derribo de la torre de Meirama.
Carlos Pardellas
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Derribo de la torre de Meirama.
Carlos Pardellas
Diez segundos fue el tiempo que tardó la torre de Meirama en desplomarse y pasar a la historia con la voladura controlada que se ejecutó este miércoles en la extinta central térmica situada en la parroquia de As Encrobas, en el municipio coruñés de Cerceda. Vecinos y curiosos se apostaron en las cercanías de la central, tras el cordón de seguridad, para ser testigos de la derrumbe de la estructura de refrigeración.
Derribo de la torre de Meirama.
Carlos Pardellas
Diez segundos fue el tiempo que tardó la torre de Meirama en desplomarse y pasar a la historia con la voladura controlada que se ejecutó este miércoles en la extinta central térmica situada en la parroquia de As Encrobas, en el municipio coruñés de Cerceda. Vecinos y curiosos se apostaron en las cercanías de la central, tras el cordón de seguridad, para ser testigos de la derrumbe de la estructura de refrigeración.
Derribo de la torre de Meirama.
Carlos Pardellas
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Carlos Pardellas
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Diez segundos fue el tiempo que tardó la torre de Meirama en desplomarse y pasar a la historia con la voladura controlada que se ejecutó este miércoles en la extinta central térmica situada en la parroquia de As Encrobas, en el municipio coruñés de Cerceda. Vecinos y curiosos se apostaron en las cercanías de la central, tras el cordón de seguridad, para ser testigos de la derrumbe de la estructura de refrigeración.