Galicia sufre desde el lunes un temporal de lluvia, viento y fuerte oleaje que ayer se complicó con la primera gran nevada del invierno. La nieve tiñó de blanco la montaña de Lugo y Ourense, donde en algunos pueblos llegó al medio metro de grosor, y se dejó ver también en la de A Coruña, en concellos como Curtis y Aranga.
La nieve llega a la montaña de A Coruña
Hoy remiten las nevadas —la cuota de nieve sube a 800-1.000 metros— pero Galicia no se libra del mal tiempo. Se pueden llegar a acumular 40 litros de agua por metro cuadrado en 12 horas en varios puntos de Galicia. La alerta amarilla por lluvias estará activa en la provincia de A Coruñay el interior de Pontevedra entre las 9.00 y las 21.00 horas y en la montaña de Lugo y Ourense desde las 12.00 a las 24.00 horas. También habrá alerta naranja por fuerte oleaje en todo el litoral. Se esperan olas de hasta ocho metros de altura.
Las incidencias por el temporal en las últimas horas, en las provincias del interior, fueron múltiples. Un total de 7.200 alumnos no pudieron acudir a clase, algunas aldeas quedaron incomunicadas, cortes de luz y numerosos problemas en las carreteras con restricciones en la circulación y tramos cortados. Además se produjeron salidas de vía y accidentes provocados por las placas de hielo y las granizadas.
En la AP-9 a su paso por Fene el granizo registrado a primera hora de la mañana de ayer causó tres accidentes, con una docena de vehículos implicados y cuatro heridos. En esta misma autopista en la localidad de Ordes volcó un vehículo y hubo otras seis salidas de vía debido también a la fuerte granizada, con dos personas que precisaron asistencia sanitaria.
El mal tiempo provocó asimismo en la A-52 dos accidentes múltiples en Ponteareas. En el primero, sin heridos, se vieron implicados tres vehículos. En el segundo hubo dos heridos tras una colisión entre cuatro automóviles. También hubo otras dos salidas de vía en la A-6, pero sin afectados.
Las nevadas, que cayeron por la noche y a primera hora de la mañana, complicaron la circulación en una veintena de puntos de varias carreteras de la comunidad, con restricciones y cortes en la A-6 a su paso por las localidades de Pedrafita do Cebreiro, As Nogais y O Corgo. En algunos puntos se prohibió la circulación a camiones tanto en la A-6 como en la A-52, autovías que comunican Galicia con la Meseta.
Aún así, hubo vehículos que quedaron atrapados en la nieve. En Melide varios camiones tuvieron que ser auxiliados por un tractor. En Sarreaus el conductor de un autobús avisó al 112 al no poder reanudar su marcha en la OU-113. Lo mismo le ocurrió a varios vehículos en Os Blancos y Cerceda.
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A la nieve se sumaron los desprendimientos por las lluvias de los últimos días. En la LU-P-3806, en Ourol, se cortó un tramo tras hundirse parte del asfalto. También hay varias vías provinciales cortadas por las inundaciones en los concellos lucenses de Outeiro de Rei, Xermade, Cospeito, Castro de Rei y Begonte.
De hecho, la Xunta mantenía ayer la alerta por riesgo de desbordamiento en un total de 18 ríos de la comunidad gallega.
El servicio de transporte escolar estuvo suspendido en la montaña de Lugo y Ourense y en el sur ourensano —hoy se reanudará, según informa la Xunta—. Esta medida afectó a 121 centros. De ellos, 48 optaron por suspender directamente las clases en esta jornada, lo que afectó a 7.200 los alumnos: 4.000 en la provincia de Lugo y 3.200 en Ourense.
Además el temporal dejó incomunicadas aldeas en O Courel y Becerreá, en la provincia de Lugo, y Cualedro, en Ourense. Se registraron también cortes de luz en Vilagarcía y Carballo. En total, el 112 registró más de 1.300 incidencias desde el lunes, 160 solo en la jornada de ayer.
El municipio ourensano de A Veiga registró ayer la temperatura mínima con -6,6 grados. El alcalde de San Xoan de Río, Xosé Miguel Pérez, apuntó que sufrieron la “nevada más grande en años con medio metro de nieve en algunos pueblos”. Esto permitirá a la estación de esquí de Manzaneda abrir el viernes sus pistas, tras “una larga temporada sin nieve”.