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BETANZOS

Faraldo declara que el contrato del profesor fue una "solución puntual"

"Soy médico, no tengo formación jurídica y la interventora me dijo que se podía hacer", alega en la Audiencia - La funcionaria sostiene que no le consultó por ese caso concreto

Faraldo declara que el contrato del profesor fue una "solución puntual"j. roller

Casi cuatro años después de dimitir de todos sus cargos, la exalcaldesa de Betanzos, María Faraldo, se sentó ayer en el banquillo de la Audiencia Provincial acusada de prevaricación y falsedad documental por contratar a un profesor para el Conservatorio de Música en 2009 que facturaba sus servicios en régimen de autónomos como reparador de instrumentos y que no acreditó su titulación ante el Concello.

La exregidora del PP se enfrenta a cargos de prevaricación y falsedad documental, por los que Fiscalía pide una pena de 4 años, 6 meses de prisión y 4 años de inhabilitación para cargo público. La Audiencia ha sentado también en el banquillo al director del Conservatorio, Juan Ferrer, y al docente contratado, Alberto Noguerol. Fiscalía acusa al responsable de la escuela de tráfico de influencias y de inducir a los delitos de prevaricación y falsedad documental y pide una pena de 3 años de prisión y 10 meses de multa. El docente está acusado de falsedad en documento oficial y se expone a un año y 9 meses de prisión.

"Nunca tuve consciencia de que hacía algo ilegal", declaró la exalcaldesa, que apeló a su desconocimiento de este tipo de procedimientos: "Yo soy médico, no tengo formación jurídica y la interventora me dijo que sí se podía hacer", afirmó, sin concretar si le había planteado el caso concreto o en términos más genéricos. La exmandataria aseguró desconocer una notificación que Secretaría había remitió al Conservatorio en 2009, antes de la contratación, para exigir que se retirase del listado al profesor que finalmente fue contratado por otro concepto por no existir puesto vacante ni haberse celebrado el oportuno proceso selectivo.

La exalcaldesa mantuvo que "no conocía absolutamente de nada" al profesor y que si lo contrató fue por petición expresa del director del Conservatorio, que le propuso el candidato y su contratación bajo la fórmula de arrendamiento de servicios. Según su versión, el responsable de la escuela de música, Juan Ferrer, le había explicado que tenía "una carga de trabajo muy grande" y que precisaba "apoyo para todas sus funciones", incluida la reparación de instrumentos, "porque estaban muy viejos".

Faraldo alegó que el procedimiento permitía un contrato verbal y destacó que las "facturas eran públicas" y "pasaban por las manos" de técnicos y políticos. Sobre los motivos por los que no había solicitado el título al docente, fue concisa: "Si el director me dice que tiene la titulación adecuada no tengo por qué desconfiar".

La exalcaldesa relató que se reunió con el docente para explicarle los términos de su contratación y que si optó porque facturase como reparador de instrumentos fue porque sería una de las funciones y que tenía "encaje" con cargo a los gastos corrientes. "Se trataba de una solución puntual para cubrir una necesidad puntual y urgente", recalcó en varias ocasiones durante la vista, en la que reiteró que ella no tenía responsabilidades en la organización del personal del conservatorio.

La exregidora afirmó que aunque en aquel momento los profesores del Conservatorio tenían contrato laboral, "prácticamente todos habían entrado cobrando facturas" y que en el área de Personal le habían confirmado que este tipo de contratos se habían empleado con asiduidad en anteriores mandatos. Faraldo destacó que la investigación partió de una "batería de mociones del PSOE" por supuestas irregularidades que el Tribunal de Cuentas había archivado por no apreciar daños al erario público.

Alegó que las facturas no habían sido informadas desfavorablemente y lamentó que el secretario no le advirtiese antes. "Todo el mundo sabe que las relaciones no eran buenas, me dijo que no me iba a perdonar nunca haber estado diez años imputado en la causa de la Casa Pita" (un proceso denunciado por el PP del que fue absuelto).

Faraldo sostuvo que cesó al docente nada más tener conocimiento de posibles irregularidades a través del director del Conservatorio. Relató que fue Juan Ferrer se puso en contacto con ella en 2010 para decirle que el secretario le había dicho que el contrato era irregular. "Si el secretario me lo hubiese dicho antes, antes habría tomado la decisión de cesarlo", recalcó.

Su versión coincidió en lo esencial con la del profesor contratado. Alberto Noguerol sostuvo que había sido el director del Conservatorio quien le propuso como profesor. "Él sabía los términos de la contratación", afirmó. Este docente declaró que fue el director el que le envió a hablar con la alcaldesa y que no le sorprendió que le facturasen en concepto de reparador de instrumentos. "Era una parte de mi trabajo", argumentó. Noguerol apeló a su inexperiencia. "Era la primera vez que trabajaba para un Ayuntamiento y me cogió de nuevas", destacó.

La versión más disonante fue la del director del Conservatorio. Juan Ferrer negó haber sido informado de las condiciones de la contrato. "Mis conocimientos de contratación son mínimos, ¿cómo le voy a decir a la alcaldesa como contratar?", incidió. Ferrer declaró que solo se reunió con la alcaldesa para comunicarle las necesidades de un refuerzo, que fue ella la que le preguntó si conocía a alguien y que él le propuso a un exalumno tras sopesar distintos perfiles. Afirma que cuando recibió la notificación de Secretaría de que no se podía contratar a Noguerol llamó a la alcaldesa. "Me dijo que me olvidara, que ese tema estaba solucionado. Si la máxima autoridad de un pueblo me dice que me olvide, yo me olvido", sostuvo el director del Conservatorio, que negó rotundamente que supiese que el docente facturaba como reparador de instrumentos. "No me entra en la cabeza, un profesor puede realizar labores de mantenimiento, pero no de reparación", sostuvo.

La interventora declaró que no fue consultada por este caso, aunque admitió que Faraldo pudo plantear una "consulta genérica" y negó conocer las anomalías. El secretario negó cualquier tipo de animadversión hacia Faraldo, aseguró que tuvo conocimiento de las facturas a posteriori, que informó nada más conocer la ilegalidad nada más conocerla y que creía recordar haber hablado con la alcaldesa y que no recordaba si había hablado con el secretario. Sostuvo que no le correspondía a él tramitar las facturas y dijo no recordar los contratos similares a los que apelaba Faraldo.

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