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SADA

El PP tacha de "excusas" los motivos de Costas para anular el concurso de la playa de Sada

Culpa al Gobierno local de la decisión del Estado de desistir del proceso

El PP tacha de "excusas" los motivos de Costas para anular el concurso de la playa de Sadav.echave

El PP presentará una moción a pleno para que el Concello inste al Ministerio de Medio Ambiente a agilizar la contratación de la regeneración de la playa de Sada. Los populares presentan esta moción tras la decisión de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar de anular por segunda vez el concurso por una "infracción no subsanable".

El Ministerio de Medio Ambiente ha aceptado una alegación de la Sociedade Galega de Historia Natural y ha anulado finalmente la licitación por la existencia de una pradera marina que no recogía la declaración ambiental de 2010. En su resolución, la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar apela a la necesidad de proceder a un "análisis en profundidad" y deja en el aire la ejecución en un futuro de este proyecto.

Los populares han difundido por redes sociales un comunicado en el que califican de "excusa" el motivo esgrimido por Costas. La formación evita dirigir sus dardos contra el Estado y culpa de la resolución al Gobierno local, a pesar de que el procedimiento contractual era competencia exclusiva de Costas. "Perdemos todos con excusas y más excusas, primero el problema eran los mariscadores, después la jibia y ahora la zostera", afirman.

El PP atribuye estas quejas al Ejecutivo municipal, a pesar de que Sadamaioría y PSOE han criticado también la decisión de Costas de anular el proceso (el BNG no se ha pronunciado al entender que le correspondía al alcalde). Los populares acusan al Concello de boicotear una obra negociada por el exalcalde Ernesto Anido que salió a licitación en vísperas de las elecciones municipales de 2015. Costas atribuyó en cambio la primera anulación del concurso a una infracción suya por mantener paralizado el proceso durante más de un año y la segunda a la existencia de un zosteral protegido, del que ya había sido advertido por los ecologistas en 2015.

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