Varias fincas registran depósitos de lodos que alcanzan a dos afluentes del Mandeo

Varias fincas de Sobrado dos Monxes registran vertidos de lodos de procedencia desconocida que llegan, especialmente en días de lluvia, a dos afluentes del río Mandeo. Este diario visitó la zona el pasado 20 de febrero y pudo constatar in situ la existencia de estos depósitos, que se realizan en terrenos húmedos, en pendiente y que llegan a dos regatos que desembocan en el Mandeo, río que surte municipios de la comarca brigantina como Aranga o a la prisión de Teixeiro.

A consulta de este diario, la Consellería de Medio Ambiente sostuvo que le corresponde al departamento de Infraestruturas, del que depende Augas de Galicia, investigar si estos "supuestos vertidos están llegando al cauce fluvial". Desde la Consellería de Infraestruturas respondieron inicialmente que no tenían constancia, pero que se interesarían por el tema, sin dar más información hasta el momento. Tampoco el Seprona ha aclarado a este diario si ha abierto una investigación por este caso, que fue denunciado hace un par de semanas por el BNG.

El diputado Xosé Luís Rivas visitó varias de las fincas en las que, denuncia, un camión cisterna vierte a "horas prudentes" su carga de lodos "metiendo la manguera en las toxeiras y xesteiras desde la misma pista" . La formación nacionalista critica la pasividad de la Xunta y alerta que estos lodos, que dejan el suelo "quemado" y desprenden un fuerte hedor, llegan hasta el Vilarcobo, un afluente del río Mandeo y denuncia el riesgo para el consumo humano e industrial alimentario del agua procedente de este río, que surte a la prisión y al polígono de Teixeiro y a Aranga.

Varios vecinos relataron a este medio que lo vertidos se producen desde hace tiempo. Su aparición llega después de que la Xunta abriese una investigación a instancias del BNG, que denunció la existencia de balsas de depuradora. El caso llegó al Parlamento y motivó la apertura de una investigación de la Xunta, que negó daños para el medio ambiente y afirmó que eran productos fertilizantes que habían sido tratados, extremo que el BNG negó, afirmando que eran lodos en fermentación.