Dos ‘leiras de millo’ en la Nacional VI en Perillo
Son suelo urbano de una promotora, comprado a unas religiosas, que se cultiva hace años mientras no se ejecuta la urbanización
Alrededor de una hectárea de maíz de un verde jovial, con las barbas amarillas y rojizas de las mazorcas esperando su maduración y cosecha para otoño, asoma a la carretera Nacional VI (ahora AC-12) en Perillo. Este trozo de vida rural en pleno corazón urbano de esta zona de concesionarios de automóviles ha quedado visible tras la demolición del alto muro de cierre de la finca, que ha realizado la empresa que ejecuta los trabajos de construcción de la rotonda y el túnel en el cruce de Sol y Mar.
Hace muchos años que se cultivan estos solares entre la N-VI y la ría de O Burgo pero el muro los ocultaba totalmente. Ahora que se ha demolido para ampliar la anchura de la calzada y ejecutar una acera, la vista de esta masa verde agrícola llama la atención de los viandantes y los conductores. Incluso de los vecinos que viven en las casas cercanas en la misma margen de la carretera. Son dos grandes parcelas divididas por la mitad por una hilera de arbolado. También al fondo de los terrenos, al borde del paseo de la ría, existe también importante arbolado, como manzanos, castaños, robles, kiwis, avellanos, higueras o tejos.
En su día este suelo urbano perteneció a las Hermanitas Descalzas. Tras abandonarlos, en 1998 finalmente los vendieron. Una parcela por 150 millones de pesetas (casi un millón de euros) y otra por veinte millones (unos 120.000 euros). El comprador fue el conocido empresario y promotor José Collazo Mato, a través de su empresa matriz, Promotora de Viviendas Urbanas.
Todo esta zona, y otros terrenos anexos a Beiramar, aún albergan diversas edificaciones en ruinas, galpones, una vivienda, una fuente, un estanque y un depósito de agua que es muy reconocible en Perillo por su altura y su antigüedad. Hacia la ría estas parcelas cuentan también con un embarcadero antiguo. A pesar de ser terrenos con arbolado y cultivo, todo esto desaparecerá porque están incluidos en el polígono Pol-22 A Xesteira, el desarrollo urbanístico que promueve Collazo Mato hace más de una década y que supondrá construir ocho edificios de unas ochenta viviendas.
En el año 2019 Promotora de Viviendas Urbanas presentó el proyecto de compensación, aprobado por el Concello, pero aún no ha edificado al esperar a que se ejecute la obra de Sol y Mar. Collazo Mato en 2018 cedió de forma anticipada el frente de estas parcelas que da a la carretera N-VI para que el Ministerio de Fomento ampliase la calzada y ejecutase acera. Este frente ya estaba afectado por la servidumbre de protección del vial y el proyecto de Fomento incluye reponerle el muro, retranqueado, tras demoler el actual
El primer estudio de detalle de esta zona fue anulado en 2013 por la Xunta al reducir la zona verde.
Los futuros edificios estarán cercanos a la carretera y hacia la ría irán espacios libres y zonas verdes. También se acordó en su día, por convenio, que el promotor cederá al Concello la casa y el embarcadero que están al borde de la ría y que Oleiros quiere convertir en club de piragüismo.
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