Betanzos: cartografía del abandono

Hay migraciones invisibles. Movimientos de población en el interior de las ciudades que suelen pasan desapercibidos y que vacían poco a poco los barrios históricos. Es como una lluvia fina, un goteo constante solo perceptible en pequeñas señales, como un cartel de se alquila o la instalación de otra lona para ocultar un edificio en ruinas.

Dos jóvenes graduadas en Educación Social han puesto ahora en el mapa esa “migración invisibilizada” de Betanzos para propiciar una reflexión colectiva. Ara Sol Romero y Antía Soto exponen en el antiguo matadero municipal hasta el próximo martes E non era ouro, una cartografía emocional de la ciudad brigantina realizada a partir de 97 entrevistas a vecinos y vecinas de Betanzos de todas las edades, de 18 a 87 años. En base a las conversaciones sobre el pasado y el presente de la ciudad, estas educadoras sociales han realizado un mapa que muestra la progresiva despoblación de los barrios históricos como Castro da Untia o A Magdalena y Condomiña en favor de las zonas de nueva construcción.

“Muestra cómo el presente se aleja cada vez más del casco histórico”, explica Antía Soto. Son muchos los motivos que confluyen en ese abandono paulatino y silencioso. Las entrevistas que han realizado durante los últimos meses apuntan, entre otros, al elevado precio de los alquileres, el cierre de comercios por la competencia de las grandes áreas comerciales o la falta de relevo tras una jubilación. Uno de los espacios amenazados por esta migración invisible es calle Travesa, esa arteria comercial que poco a poco pierde trasiego y donde cada vez más carteles ofertan un traspaso, un alquiler o una venta que se resiste. Otro factores que contribuyen a ese éxodo silencioso en los barrios singulares son el deterioro de edificios que hace años que dejaron de ser hogares para convertirse en propiedades repartidas entre varios herederos o las dificultades de alquilar viviendas en buen estado flanqueadas por otras en ruinas. La falta de oferta laboral más allá de la hostelería es otro motivo que salió a relucir en las entrevistas: “Hay jóvenes que ahora viven en la zona nueva y la utilizan de ciudad dormitorio”, apunta Ara.

La muestra en el matadero, que puede visitarse hasta el próximo martes 28 de septiembre, invita a recorrer el pasado, el presente y el futuro de Betanzos y dejar al término del itinerario comentarios o sugerencias para construir una reflexión colectiva que permita revertir esta tendencia al abandono de los barrios tradicionales de la ciudad.

“Nosotras ya utilizamos nuestro megáfono, pusimos nuestro granito de arena”, apuntan las impulsoras de esta cartografía emocional de Betanzos. La exposición muestra también un vídeo con banda sonora del betanceiro Fernán Mejuto y realizado por Factoría Nini que recorre los espacios en desuso o en estado de abandono que salieron a relucir en las entrevistas y que ofrece la oportunidad de ver este  patrimonio con otros ojos.