La Justicia francesa se declaró ayer competente para juzgar el contencioso por el testamento del cantante Johnny Hallyday, que sus dos hijos mayores y biológicos habían recurrido al considerar ilegal que les hubiera desheredado.

El idolatrado roquero, un fenómeno de masas en Francia, firmó en 2014 sus últimas voluntades en Estados Unidos, donde residía con su mujer y sus dos hijas adoptadas, y no incluyó a David Hallyday y Laura Smet porque ya habían recibido donaciones en vida. Sin embargo, los dos recurrieron a la Justicia al considerar que ese testamento escrito según el derecho californiano no se ajustaba a la legislación francesa, que obliga a reservar un porcentaje para los hijos.

La audiencia de ayer era una etapa crucial en la batalla legal y mediática iniciada entre sus dos vástagos mayores y la viuda, Laeticia, tras la muerte del intérprete en Francia en diciembre de 2017 por un cáncer de pulmón.

Laeticia, única beneficiaria de la fortuna del cantante, ha defendido desde el principio que su marido era un residente estadounidense.