Pilar de Borbón (Cannes, 30 de julio de 1936-Madrid, 8 de enero de 2020), primogénita de los Condes de Barcelona y la hermana más querida de Juan Carlos I, habría sido reina, de nacer unas décadas más tarde o si hubiesen prosperado los planes que tenía para ella su abuela, la reina Victoria Eugenia, que desde su exilio en Lausana (Suiza), soñaba con ver a su nieta casada con Balduino de Bélgica. El primer plan lo truncó la existencia de un hermano pequeño que la adelantaba en preferencia. De frustrar el segundo se encargó, sin quererlo, la modosa Fabiola de Mora y Aragón, su dama de compañía en un internacional viaje a Bruselas para estrechar lazos, mucho menos temperamental que la infanta, mujer de mal genio, reconocido por ella misma, que hablaba seis idiomas y entre todos, amaba especialmente el portugués.

Doña Pi, como se la llamaba, adoraba a su hermano y disfrutaba organizando celebraciones familiares en su casa madrileña de Somosaguas. También en el chalé mallorquín que tanto le gustaba. El amor de su vida, fallecido en 1991, fue Luis Gómez-Acebo, vizconde de la Torre, hijo de la novena duquesa de la Deleitosa y de Jaime Gómez-Acebo, presidente del Banco Español de Crédito, primo hermano de Margarita, esposa del rey Simeón de Bulgaria. Se casaron en 1967 en los Jerónimos de Belém y la boda, con más de 3.000 invitados, fue un acontecimiento utilizado de forma política por los partidarios de Don Juan, como no podía ser de otro modo. En Portugal se hizo enfermera del Estado y pasó algunos de los años más felices de su vida como alumna de las Esclavas del Sagrado Corazón de Lisboa, y de la escuela sanitaria Ravara. La infanta ejerció dos años en el Hospital de San José, de Lisboa y en un dispensario infantil.

Nunca quiso escribir sus memorias. Según sus palabras porque: "Tendría que hablar mal de alguien y no lo haré".