En Santiago, hay una esquina de modernidad justo donde se levanta el Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC), dedicado a la cultura de vanguardia en una ciudad milenaria cuyas plazas, monumentos y escaleras suman siglos abrigando historias. Inaugurado en 1994 tras crearse en 1993, el CGAC cumple 30 años y no lo hace solo. Esta semana se presentó el proyecto Traballo en equipo, basado en dos exposiciones complementarias pero independientes, una de ellas entre sus paredes de la calle Ramón del Valle-Inclán (es fácil pensar que el literato sería feliz al saberlo), en ese edificio diseñado por el arquitecto luso Álvaro Siza, que este verano prolonga su eco con una muestra paralela en el Museo Gaiás de la Cidade da Cultura para celebrar así el aniversario a dos bandas.
Unha historia posible do CGAC, se concibe como un paseo por las exposiciones, actividades y publicaciones impulsadas por el museo para retratar su evolución. Y por otro lado, se ha diseñado Relatos contemporáneos desde a Colección CGAC, que abrirá en el Museo Gaiás para, comisariada por Verónica Santos y Santiago Olmo (actual director del CGAC), tratar retos del siglo XXI en base a estos ejes temáticos: la ecología (Giuseppe Penone, Fernando Casás, Baltazar Torres, Xoán Cerviño), los diálogos con el espacio y la arquitectura (Mona Hatoum, Tono Carbajo, Rui Chafes, Leiro, José Pedro Croft, Manolo Paz, Ignacio Basallo), el potencial de la construcción (Marlon de Azambuja, Juan Gopar, Daniel Lara, Kiko Pérez, Jorge Perianes), el trabajo (Amaya González Reyes, Patrick Hamilton), el feminismo y los discursos de género (Anna Maria Maiolino, Maria Maria Acha Kutscher, Priscilla Monge, Manal Al Dowayan, Sandra Cinto), las miradas poscoloniales (Anna Bella Geiger, Ângela Ferreira, Sandra Gamarra), las relecturas de la historia de la pintura (Suso Fandiño, Mar Vicente, Berta Cáccamo, Julia Huete) y el arte como terapia (Mónica Alonso).
Tras 30 años de ventanal diario abierto (salvo los lunes), el CGAC se hermana hoy desde Santiago con centros similares como el Macba de Barcelona (inaugurado a finales de 1995), el Museo Guggenheim de Bilbao (a finales de 1997), el Marco de Vigo (en noviembre de 2002) o el Musac de León (que abrió en 2005), todos ellos posteriores al centro compostelano dependiente de la Xunta de Galicia. El Reina Sofía de Madrid, es previo, de 1992.
En los primeros años 90 de puesta en marcha del CGAC, una retrospectiva de Maruja Mallo comisariada por Pilar Corredoira, alzó el telón de tres décadas centradas en la creatividad hecha vanguardia con exposiciones que han ido desarrollando un mar de actividades asociadas, como charlas, cine, coloquios, visitas guiadas, paseos didácticos, presentaciones de libros o revistas, y conexiones con eventos de la ciudad como servir de sede al festival Cineuropa o albergar talleres educativos... entre otras propuestas.
Al inicio, Antón Pulido, primer director del CGAC, puso en marcha hasta un departamento de música contemporánea, dirigido por Manuel Rodeiro, ejemplo de visión del arte más allá del ámbito pictórico o escultórico que, de distintas formas, trazan el ADN de esta institución pública compostelana vecina del Museo do Pobo Galego.
Un director con dos Óscar, protagonista reciente
En su estreno más reciente, el CGAC abrió hace días La acera, una exposición que presenta por primera vez en España una aproximación al universo del cineasta Asghar Farhadi (Homayoon Shahr, Irán, 1972) basada en su rol como fotógrafo por su trabajo escénico con elencos actorales de cine (ganó sendos Óscar por sus películas Nader y Simín, una separación y El viajante) o teatro. El propio Farhadi acudió a la presentación de un proyecto comisariado por Zara Fernández de Moya y Ahmad Taheri, con quienes compartió coloquio junto al director del CGAC, Santiago Olmo, que cumple ocho años en el cargo.
Su interior ofrece además en la planta primera una muestra llamada Pisando charcos, retrospectiva de la obra de Almudena Fernández Fariña (Vigo, 1970), con Susana Cendán como comisaria. Muestra trabajos fotográficos, bordados, piezas cerámicas, libros-objeto... Y es parte de un programa anual de revisión de artistas gallegos abierto en el año 2006, que ya hilvanó antes respectivos repasos por la carrera de Álvaro Negro (2017), Nicolás Combarro (2018), Loreto Martínez Troncoso (2019), Berta Cáccamo (2020 y 2021) o Suso Fandiño (2022).
El canal de YouTube del CGAC suma 306 personas suscritas y ofrece, ahora mismo, poco más de setenta vídeos. Su perfil en Twitter suma 5.321 seguidores, el de Facebook llega a los 21.000 seguidores y el de Instagram rebasa los 9.000.
Gloria Moure, única mujer al frente del centro
Antón Pulido, primer director del CGAC, decidió en 1994, al abrirse al público un año después de su inauguración, que asumiera dicho cargo Gloria Moure. Estuvo cuatro cursos al frente del museo compostelano hasta ser suplida por Miguel Fernández-Cid, director de 1998 a 2005, dando el testigo después a Manuel Olveira (de finales de 2005 a junio de 2009) y Miguel von Hafe, que se fue al acabar 2014, entrando Santiago Olmo en el mes de julio de 2015, cumpliendo ahora mismo ocho años ante esa responsabilidad.