Para poneros en perspectiva: se trata de un colectivo en su mayoría de edad avanzada con muy pocos o ningún conocimiento en temas financieros, que fuimos vergonzosamente estafados por la banca en connivencia con la clase política. Los estafados en Galicia fuimos principalmente los clientes de las ex cajas de ahorros, cuyos directivos, después de haber saqueado la entidad en su propio beneficio atribuyéndose indemnizaciones y pensiones multimillonarias, necesitados de reflotar el chiringuito y hacer caja -y como ser estafador no es sinónimo de ser tonto, o sea que de tontos no tenían ni un pelo-, descubrieron el maná de los pequeños ahorradores, nos buscaban hasta en nuestros propios domicilios ofreciendo el producto "preferentes" y diciendo que solo para clientes preferidos, montaje perfecto, y así engañados por el bancario de turno y en muchos casos amigo de toda una vida, firmábamos con los ojos cerrados la compra de un producto sin fecha de caducidad y que al cabo de unos años nos dejaba sin el amigo bancario y por supuesto sin los ahorros.

Después de tres años de lucha para recuperar lo nuestro, mucho sufrimiento, enfermedades, depresiones e incluso algún suicidio, dice ahora la Agencia Estatal Tributaria que aquellos que han recuperado (unos 15.000) sus ahorros judicialmente, tienen que tributar por las costas que los bancos atribuían para cubrir gastos jurídicos, cuantías que en la mayoría de los casos, nunca llegaron a sus bolsillos, y lo peor es que nadie sabe darles una información precisa de cómo salir del atolladero, al parecer se trata de una "interpretación a un fenómeno nuevo".

Moralidad, este siempre mal tratado colectivo se encuentra ahora en un limbo y sin comerlo ni beberlo, siendo pieza de caza menor para la Agencia Estatal Tributaria. Con todo el respeto para Hacienda, nos parece muy injusto que se quiten unas migajas a la pobre gente y que los de los paraísos fiscales se vayan de rositas, claro que estos saben cómo escabullirse y los preferentistas no sabemos ni cómo hacer la declaración. Como decía el poeta al ver tanta miseria, el Señor y la Justicia por aquí no han pasado.

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