Resulta frustrante, como pasajero del siglo XXI en su segunda década nada menos, el leer que más allá de la noticia del nombramiento de Hillary Clinton como candidata demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, se esconde el rubor internacional no disimulado de que sea la primera mujer de la historia norteamericana en lograrlo.

Claro que está bien, perfecto y genial, pero llega demasiado tarde. El atraso en que se halla sumido el género femenino a estas alturas de la evolución humana es para cuanto menos pararse a reflexionar un buen rato. ¿Nos sorprendemos de que una mujer pueda llegar a la Casa Blanca? ¿En serio? Algo debemos de estar haciendo muy mal en esta sociedad llamada equivocadamente moderna que nos ha tocado vivir.

Pero como no queda más remedio que ser contemporáneos con los hechos que debemos firmar con nuestros actos para la historia universal, sugiero que no desaprovechemos la oportunidad de ver por fin a una mujer comandando la nave de la primera nación del mundo.

A los que no les convenza la idea, que los habrá, imagínense por un momento al candidato republicano con las llaves de la soberanía armamentística de nada menos que el imperio de la ley, ese faro que ilumina con sus acciones a nuestro viejo continente y sus lamentables recuerdos bélicos. Como para sentir escalofríos.

A nivel nacional, no tengan miedo los llamados machos ibéricos, esto de las mujeres en el poder ha llegado para quedarse, tardío insisto, pero a todas luces sin vuelta atrás.

Sus lamentables directrices de macho alfa de la manada tienen las horas contadas. ¿O prefieren contarles a sus hijas que vivimos en un país donde una mujer ha de trabajar 79 días más al año que un hombre por la misma retribución? ¿Que el equivalente son más de 11 años de trabajo realizado respecto a los hombres para la misma pensión de jubilación? Qué tristeza de país, que te valoren por tu género y no por tus cualidades.

No hay tiempo que perder, el retraso es mayúsculo.

Hillary Clinton puede ser la primera, pero como dijo en su mitin de presentación mañana puede serlo cada una de vosotras. Ojalá sea para la historia, la primera de todas.

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