Hace unos días yendo de viaje, trasladándome para ver a unos amigos en la Alpujarra, oía en la radio a un famoso periodista experto en política y también escritor, que le hacían una entrevista, a raíz de la publicación de una novela histórica sobre la vida de los maquis en España. Me llamó considerablemente la atención, cuando a raíz de una pregunta que le hizo el entrevistador y, oyendo la respuesta, me quedé verdaderamente apesadumbrado y a la vez pensativo ante esas palabras llenas de razón y a la vez de tristeza.

La pregunta fue la siguiente, pido disculpas si no son exactamente palabras textuales: ¿Me puede decir en el momento actual, cuales son los guerrilleros de nuestra sociedad? A lo que el escritor respondió: Las personas honestas que luchan diariamente por la verdad y la justicia.

¿Qué ha pasado con nuestra sociedad? ¿Por qué estamos aniquilando los verdaderos valores que consiguieron millones de personas, con sus muertes, en las guerras mundiales para conseguir la libertad que hoy poseemos?

Las palabras perdiéronse, los diálogos son confusos, debido al clamor de las pasiones instigadas. Los impugnadores de la democracia, consiente, que los derechos humanos sean para los criminales, ladrones etc. y solo deberes ilimitados para ciudadanos honestos.

Sin embargo hoy día las actuaciones honestas, como pagar puntualmente las deudas, es cosa de imbéciles, pero no lo es, la amnistía para los estafadores. Ladrones con traje y corbata, asesinos con cara de ángel, pedófilos de cabellos blancos, maltratadores, explotadores y traficantes de todo tipo, abundan por doquier.

¿Cómo podemos volver a ser felices y valorar verdaderamente lo que es una democracia?

Hay que encontrar de nuevo la honestidad, como motivo de complacencia, la vergüenza y la solidaridad para con todos. Buscar la ilusión, el esfuerzo, la alegría, la libertad y sobre todo la seguridad para compartirla con los demás. Rechazar la falta de ética y de respeto a los demás, concienciado a la sociedad, que lo importante en nuestras vidas es el ser y no el poseer. En resumidas cuentas luchar por un mundo justo, más humano donde las personas respeten a las personas. Esto realmente, si sería una democracia, y para conseguirlo, necesitamos cultura, cultura y más cultura para todos?.

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