Pueden pasar años, lustros, decenios, siglos o incluso milenios. Ciertos acontecimientos va a seguir gozando de la más intachable de las vigencias. El otro día recordé algo que Juvenal menciona en sus Sátiras y reflexioné sobre su significado. En tiempos de su autor el Panem et circenses era una práctica que llevaba a cabo un gobierno, cuando pretendía mantener a su población satisfecha y alejada de hechos controvertidos. Procuraba proporcionar al pueblo alimento y entretenimiento de dudosa calidad como si de un chantaje de guante blanco se tratara. De este modo se conseguía de una manera dócil el silencio de un pueblo, que con el estómago lleno y con la mente llena de majaderías ya no protestaría por nada.

Lo increíble es que dicha práctica, hoy en día y en pleno siglo XXI sigue llevándose a cabo. Solo hay una pequeña gran diferencia que merece la pena mencionar, simplemente para homenajear a todos aquellos ciudadanos que lo pasan mal en nuestro país. En otros tiempos a diferencia de los actuales tenían muy claro que debían dar los dos ingredientes esenciales al pueblo. Sorpresivamente en España pretenden mantener nuestro estado de bienestar tan solo con el circo. De momento lo van logrando sin saber muy bien hasta cuando.

El pan esta faltando y cada vez tenemos mas gente pobre dentro de nuestras fronteras. Y ahí dejo mi modesta reflexión para que cada cual la juzgue como estime oportuno.

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