La retirada de parte de las obras del artista ruso Oleg Kulik de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (FIAC) de París por su presunto contenido zoofílico ha provocado un gran revuelo en el mundo artístico francés, que se ha rebelado contra lo que se considera un caso de censura.

Agentes vestidos de paisano acudieron el pasado viernes a la FIAC para descolgar de las paredes de la galería rusa XL la mitad de las fotografías de Kulik, que datan de los años 90, en las que el artista aparece desnudo en actitudes que pueden ser interpretadas como zoofílicas.

En una de ellas, se ve a Kulik desnudo y besando a un perro en la boca y en otra se muestra al polémico artista, igualmente sin ropa, subido en un automóvil y con una correa al cuello.

En virtud del artículo 227-4 del código penal francés, los policías se llevaron las fotografías, arrestaron a los galeristas, que fueron interrogados durante dos horas en una comisaría y ordenaron a la FIAC no volver a exponerlas.

Para la Fiscalía, las obras de Kulik "desprecian la condición humana", según fuentes judiciales, las cuales señalaron que expuestas en la FIAC tienen el factor agravante de que "pueden ser vistas por los niños".

El Observatorio de la Libertad de la Creación tardó poco en denunciar en un comunicado que sea la policía la encargada de "velar por la moral" de la sociedad.

La agente de Kulik, Jacqueline Rabouan-Moussion, denuncia ahora en declaraciones a Efe que se trata de "censura".

"Cuando no se tiene sensibilidad artística es difícil aceptar

determinadas manifestaciones", asegura la representante, que es dueña de una galería en cuyos muros están colgadas obras del artista ruso.

Rabouan-Moussion rechaza el argumento esgrimido por la Fiscalía francesa según el cual las fotos de Kulik no son aptas para menores.

"Son para todos los públicos si se les explica lo que allí aparece. Ellos no tienen ideas perversas, son los mayores quienes se las inculcan", señala la galerista que en varias ocasiones ha expuesto al artista ruso y ha recibido en sus salas la visita de excursiones de escolares.

La agente rechaza que Kulik sea un provocador. "Está por encima de esas cosas", asegura, aunque reconoce que la intervención policial no ha sorprendido a nadie. "Ya estamos acostumbrados", indica, antes de recordar que en 1995 el artista ruso fue arrestado en Zúrich cuando se presentó totalmente desnudo y con un collar de perro al cuello a la inauguración de una instalación suya en una conocida galería de la ciudad suiza.

Para Rabouan-Moussion, la retirada de las obras de Kulik "forma parte de la instalación misma", porque demuestra "que no todo el mundo está preparado para entender el arte como una forma de cambiar la sociedad".

El artista ruso, que afirma que no se siente humano, comenzó a acercarse al mundo animal a principios de los años noventa cuando la desintegración del modelo de sociedad soviético le dejó sin ningún referente real.

"Entonces, decidió regresar a su lado más primario, a su animalidad, para intentar construir un orden nuevo", recuerda Rabouan-Moussion.

"Nunca he sido humano. Ser humano exige la exclusión de todo lo que no es humano, ya sea animal o divino", afirmaba el artista.

Desde entonces sus fotografías, en las que aparece siempre desnudo y con animales o en posturas típicas de animales, han recorrido todo el mundo, desde la Tate Modern de Londres, la Jeffrey Deitch de Nueva York, la Bienal de Viena o la Escuela de Bellas Artes de París.

Su arte ha seducido a los críticos e incluso el Estado francés tiene en sus fondos obras de Kulik.

Desde la FIAC, que cerró sus puertas el pasado fin de semana, su director, Martin Bethenod, asegura que la intervención policial "muestra que se pone en cuestión el derecho de los artistas a ser artistas".

Con ironía, el Observatorio de la Libertad de Creación avisó de una pronta intervención policial en el Museo del Louvre. "Allí se ven sexos a la altura de los niños, jóvenes desnudos jugando con tortugas", afirma.