La vida a veces se presenta complicada. A Juan Manuel Montilla, 'El Langui', se le presentó en forma de parálisis cerebral. Pero al líder del grupo 'La Excepción' siempre le han gustado los retos y, "con gran dosis de esfuerzo personal y mucha lucha", le ha echado un pulso a las dificultades. Como los 16 escalones que tiene que subir antes de irse a la cama, que el cantante ha convertido en el título de su primer libro editado por Espasa, como una metáfora de su vida y de los valores, acciones y actitudes que considera importantes para la vida.

"El 16 siempre ha sido mi número fetiche, que me ha acompañado y que, sin quererlo, ha forjado mi destino", destacó hoy el 'Langui' en una entrevista con Europa Press. Desde que iba al colegio o a campamentos de verano, pasando por las escaleras que tiene que subir a ir a un concierto, o la butaca que le asignaron en la gala de los Goya, este número siempre ha estado presente.

Pero también son los 16 escalones de la casa en la que vive desde hace dos años que le recuerda "todos los días que la vida está llena de obstáculos que hay que aprender a superar día a día". Por eso, el 'Langui' no dudó en afirmar que "la recompensa no es llegar a la cama, sino el esfuerzo de superar día a día el reto que supone alcanzarla".

El hip hop y los jóvenes

Cada uno de los escalones los ha convertido en un capítulo dedicado a "un valor o actitud" que analiza y reflexiona y que viene acompañado de una serie de consejos a modo de resumen para llevarlos a cabo. Así se encuentra, en un primer peldaño, la ilusión, "necesaria para sentirnos útiles y darle sentido a al vida". "Mi ilusión de pequeño fue el fútbol y Maradona, Butragueño se convirtieron en mis ídolos", comentó el cantante, quien señaló que cuando se quitó "la venda de los ojos" y se dio cuenta de que no podría llegar a ser un jugador de primera división, llegó el hip hop, que le hizo fuerte.

"El hip hop es un movimiento cultural que está dando nuevas ilusiones y metas a muchos jóvenes en todo el mundo", sentenció el líder de La Excepción, el grupo con el que ya han grabado tres discos y con el que se encuentra actualmente de gira.

También está el escalón del amor, "que lo mueve todo" y la amistad, "un privilegio del que siempre" presume; y el del silencio, "tan necesario para reflexionar y sosegarnos un poco, sobre todo en grandes ciudades donde vamos demasiado rápido".

El miedo es otro de los escalones para el que el Langui recomienda "buscar su origen y reírse de ellos". Sin embargo, el artista sí mostró su preocupación "por el futuro que le estamos dejando a nuestros hijos".

El equilibrio, el humor, el destino, los recuerdos, la soledad y las barreras arquitectónicas son otros de los peldaños que el cantante va recorriendo y con los que vierte "humildemente" sus consejos que también intenta aplicarse. "La gente tiene que convencerse de que no hay que ser perfecto para triunfar y que no existe una medida determinada para nada. Y si no, que me miren a mí, que soy feo, tengo una discapacidad y el cuerpo como un robocop", comentó el artista.

"Siempre me han gustado los retos", reconoció hoy el artista que ganó el año pasado dos Goyas a mejor actor revelación y a mejor canción original de la cinta de Santiago Zannou 'El truco del manco'. Desde entonces al Langui, que también dirige el programa de radio Radio Taraská en Radio 3 de RNE, le ha picado el gusanillo del cine y quiere repetir. "Me gustaría volver a trabajar en una película con personajes que lleguen al fondo; y si no me los ofrecen, escribiré yo el guión y lo dirigiré", concluyó.