La feria del cómic de Angulema, en Francia, la más importante del sector en Europa, no cuenta este año con el stand con que la Xunta sí promocionó a los autores gallegos de banda diseñada en las dos ediciones anteriores del certamen.

El presidente de la Asociación Gallega de Profesionales de la Ilustración (AGPI) e ilustrador de LA OPINIÓN, Santy Gutiérrez, asegura desconocer las causas por las que el Gobierno gallego ha renunciado a su presencia en la feria en esta edición, aunque apunta a tres posibles motivos: que el presupuesto de la Consellería de Cultura esté volcado este año en la programación del Xacobeo; que, dado que para asistir a la feria hay que dejar todo arreglado desde meses antes, quizá con el cambio de gobierno "no estaban para eso", o que la Xunta considere que el cómic gallego ya ha cumplido un ciclo en Angulema. "Espero que se vuelva el año que viene a Angulema, ya que costó tanto conseguir un conjunto de autores con peso y reconocimiento fuera. La Xunta debería estar ahí", expresa el presidente de la AGPI.

La asociación que preside Gutiérrez tampoco acude en esta edición a la feria francesa. "Queremos replantear nuestra estrategia en ferias y fijar otros objetivos", dice el presidente de los ilustradores gallegos, quien afirma que este replanteamiento es una de las causas de que este año no hayan solicitado a la Xunta la ayuda que ésta solía concederles para asistir a una de las ferias en las que participaban cada año, además de las pocas esperanzas que tenían de que se la concediesen. "El año pasado, cuando cogieron las riendas del gobierno, dijeron que estaban mal de dinero, así que creímos que no nos la iban a dar", dice Gutiérrez.

Así, Galicia está representada este año por autores como Miguelanxo Prado o David Rubín, que asisten, el primero, por haber sido seleccionado directamente por el museo del lugar para reinterpretar obras de otros dibujantes y, el segundo, a través de una empresa privada.

La feria de cómic más importante de Europa ha reunido en esta edición a más de 500 dibujantes de historietas y, hasta mañana, acogerá a unas 200.000 personas aficionadas a esta disciplina reservada a una inmensa minoría.