Coqueteo, alcohol, cigarrillos y un mundo de apariencias fabrican un cóctel explosivo en Asquerosamente rica, una novela gráfica "arquetípica" del género negro, un relato "de crimen y sexo, y de cómo uno se relaciona con el otro", en palabras de su dibujante, el español Víctor Santos.

El cómic, primera publicación de la serie Panini Noir, cuenta la historia de un perdedor, Richard Junkin -"Junk, para los amigos"-, un antiguo jugador de fútbol americano con una carrera truncada por una lesión, que ha acabado por convertirse en un patético vendedor de coches de Nueva Jersey. Las cosas se complican para Junk cuando el jefe del concesionario le encomienda una nueva tarea: ser el guardaespaldas de su hija Vicky, una sensual joven cuyo "territorio de caza" son las noches desenfadadas del Nueva York de la década de 1960.

Pero más que el acompañante de Vicky, Junk acabará transformándose en su "perrito faldero", o lo que es peor, en la persona encargada "del trabajo sucio".

Escrita por el conocido guionista de cómics estadounidense Brian Azzarello-autor de la serie 100 balas-, Asquerosamente rica es una historia producto de la amistad surgida entre el escritor y el dibujante tras coincidir ambos hace unos seis años en el Salón del Cómic de Avilés.

En aquella ocasión, cuenta Santos (Valencia, 1977), Azzarello quedó entusiasmado con la incipiente obra del joven dibujante valenciano -autor sobre todo de serie negra y fantástica-, al punto de que se marchó "con ganas" de trabajar con el dibujante. Dos años después volvieron a coincidir en Barcelona, pero esta vez Azzarello traía una propuesta para Santos: "una historia de género negro puro y duro, en esa línea de blanco y negro que a él le gusta mucho", confiesa el dibujante: "Hablamos de hacer un tipo de historia muy clásica, con la clásica femme fatale, que es una figura que nos gusta mucho, y con personajes arquetípicos". Surgió así Asquerosamente rica, una novela gráfica que bebe de las fuentes de los autores clásicos del género negro: Raymond Chandler, Dashiell Hammett, James M. Cain y, en particular, de Jim Thompson.