El tráiler deja claro que Fresnadillo no va a seguir los caminos trillados del terror al que nos tiene acostumbrados la pantalla en los últimos tiempos muertos: en ese anticipo que pretende ser reclamo se desvela una de las sorpresas que tiene la película, lo que deja bien claro que sus responsables no buscan el susto fácil o la trampa de saldo con la que engañar e impactar al espectador. Intruders es otra cosa, y quien vaya a verla pensando únicamente en pasarlo mal con una película de terror se llevará un chasco, como se lo llevan quienes van a ver El árbol de la vida creyendo que les espera un melodrama épico con Brad Pitt luciendo palmito.

Después de desquitarse con el cine de miedo más apabullante y aparatoso gracias a sus furibundas 28 semanas después, Fresnadillo da un frenazo y vuelve marcha atrás a los espacios cerrados, tanto físicos como mentales. Su apuesta no es tanto un ejercicio de estilo y una propuesta intimidatoria como un viaje al interior de la memoria, donde aguardan, agazapados a la espera de atacarnos cuando menos te lo esperas, los verdaderos monstruos que nos acechan. De ahí que la película, siempre atenta a dar una vuelta de tuerca a nuestras expectativas, arranque con decididas brumas sobrenaturales en las que introducir el elemento del misterio como un peligro exterior y, por lo tanto, de alguna manera controlable, para eliminar poco a poco sus resortes más espectrales y merodear con creciente insistencia el terror que habita en lo cotidiano, en nuestras propias sombras, las que creamos nosotros mismos, las que los demás no son capaces de entender. Distante, pues, de cualquier tentación de no asumir riesgos, Fresnadillo mueve sus peones sobre un tablero con las casillas cambiadas, y une situaciones de muy distinto pelaje (favorecido por el desarrollo de dos tramas paralelas que, al principio, parecen condenadas a no entenderse) con las que someter a sus personajes a un martilleo constante de inquietudes. Desde los hijos en estado de alerta permanente hasta los padres zarandeados por la incertidumbre, todos los habitantes de Intruders se convierten en intrusos dentro de un mundo hostil que no entienden y que no los entiende. Es por ello que la película no se tome como algo prioritario convertir la amenaza fantasma en una figura icónica, tipo Freddy Krueger o Jason, porque sus propósitos son muy distintos: encender la luz y descubrir que el mayor escalofrío es el que nos espera allí donde guardamos nuestras heridas sin cerrar.

'Intruders'

Dirección: Juan Carlos Fresnadillo. Intérpretes: Clive Owen Carice van Houten, Daniel Brühl, Kerry Fox, Ella Purnell y Pilar López de Ayala.