El párroco de Borja (Zaragoza), Florencio Garcés, ha optado por no dar misa en el Santuario de la Misericordia hasta que finalice la polémica que ha recorrido el mundo en torno a la restauración de un eccehomo llevada a cabo por una anciana del pueblo.

El párroco precisa que su decisión es una medida de carácter "temporal" que todavía no ha consultado con la máxima autoridad religiosa de la zona, el obispo de Tarazona.

"Con el follón de gente que hay y con las fotografías (de gente que entra y sale del santuario para tomarse una imagen junto al eccehomo), yo no celebro culto hasta que esto se arregle", afirma Garcés.

El sacerdote dice ser partidario de "tapar" el icono que ha recorrido el mundo a través de los medios de comunicación y redes sociales, pero es consciente de que esta decisión corresponde al Patronato del Santo Espíritu, depositario de la obra y que preside el Ayuntamiento de Borja.

Dos profesionales informarán hoy, tras un estudio, sobre si la obra se puede restaurar.