La falta de dinero y de experiencia son las principales barreras para los jóvenes emprendedores a la hora de decidirse y arriesgarse a convertir sus ideas en proyectos sólidos. Unas barreras que José Gabriel García y Pablo Martínez tratan de derrumbar en su libro En busca de financiación. El ecosistema de inversores y emprendedores, de la editorial Netbiblo y que cuenta con el respaldo del Consello Social de la Universidade da Coruña (UDC). La obra es "una guía para los universitarios que tienen aptitudes e ideas, así como ganas de emprender", en palabras de Antonio Abril, presidente del Consello Social. En ella los autores tratan de acercar a los emprendedores a las diversas redes y fuentes de financiación que existen y alejar la creencia de que el banco es la única opción, ya que ni siquiera es siempre la más adecuada.

"Si la idea es buena y el equipo es sólido, la financiación llega", asegura José Gabriel García, que detalla en su manual para emprendedores los cinco escalones básicos de financiación, aunque no siempre se cubren todas las etapas. "Cuando emprendemos comenzamos un camino con un largo e intenso trayecto. En menos de dos años tenemos que ser capaces de ejecutar toda una estrategia de negocio, conseguir que la motivación de nuestro equipo no decaiga, evolucionar nuestro producto o servicio y, además, estar preparado para venderlo. Durante este camino tenemos que superar muchos obstáculos y uno de ellos es conseguir la financiación adecuada", explica el autor del libro. A grandes rasgos, los cinco pasos son los siguientes:

. Las tres efes. En inglés: family, friends and fools (familia, amigos y locos). El volumen de financiación que se logra en esta primera etapa no es muy grande, pero se consigue un voto de confianza necesario para seguir adelante. "Si no eres capaz de convencer a tus allegados de que tu idea tiene futuro, no convencerás a los demás", asegura García. La labor de comunicación que se realiza en este primer escalón a través de prototipos o diferentes elementos explicativos es básico para arrancar un proyecto y esencial para la segunda fase.

. 'Business Angels'. Es un inversor privado -empresarios o directivos que han tenido éxito en el mundo de los negocios y tiene una dilatada trayectoria profesional- que invierte parte de su capital en proyectos empresariales y además aporta valores extras, como experiencia en gestión, contactos, etc. Esta aportación es lo que se conoce como capital inteligente y es la principal diferencia entre un Business Angels y otro tipo de financiación.

. Dinero público. José Gabriel García anima a los emprendedores a apoyarse en las administraciones públicas porque actualmente existen líneas de ayuda promovidas por el Estado y las diferentes autonomías que ofrecen liquidez -a través de subvenciones a fondo perdido o de préstamos bonificados- de manera relativamente sencilla y sin compromiso por parte del beneficiario que no sea justificar que el dinero se invertirá en la creación y desarrollo de su proyecto.

. Capital riesgo. Si uno llega a este escalón ya juega "en la liga de los mayores". Es una financiación más profesional y que, a diferencia de un Business Angels -que busca rentabilidad pero también cierto feeling con el proyecto-, se basa en un criterio más exigentes. Se trata de empresas que invierten de forma temporal en una compañía no cotizada a cambio de una rentabilidad futura o bien a través de dividendos o, en la mayoría de los casos, mediante una revalorización de su participación al salir de la firma al cabo de unos años. Los principales métodos para invertir son mediante la entrada de capital directo o a través de un préstamo participativo.

. Bolsa. No todas las empresas llegan a este escalón, reservado para los grandes valores. Pero cada vez son más las stars-up (empresas de base tecnológica de reciente creación) que apuestan por el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), dedicado a empresas de reducida capitalización que buscan expandirse.