La élite de la banca y la empresa observa con inquietud y preocupación las nuevas tensiones sobre la economía pero, salvo excepciones, confía en que la ralentización en la que ha entrado el mundo desarrollado -confirmado ayer por Eurostat para el área del euro- no aboque en una nueva fase recesiva. Empresarios y banqueros reunidos ayer en Oviedo para participar en la deliberación del premio Príncipe de Asturias de la Concordia consideran grave la situación, sobre todo ahora que los estados están más preocupados por reducir su déficit público que por impulsar el crecimiento económico, pero dan por hecho que la caída no será tan fuerte.

. Antonio Basagoiti García-Tuñón. El consejero del Banco Santander y presidente no ejecutivo de Banesto no prevé una doble recesión "si hacemos lo que tenemos que hacer". "Es bueno que se tema que puede ocurrir porque así lo evitaremos. La gerente del FMI, Christine Lagarde, ha dicho que podría ocurrir si no se toman medidas para evitarlo. Yo creo en todo caso que no ocurrirá".

. Ángel Ron. El presidente del Banco Popular, definió la situación como "compleja". "Estamos ante una crisis en la que conviven situaciones y niveles diversos que requieren soluciones diferentes en cada caso. Antes esta complejidad el camino es acometer reformas" sostuvo.

. Juan Miguel Villar Mir. El ex ministro y empresario, principal accionista de OHL, Ferroatlántica y otras compañías, tampoco teme una segunda fase recesiva. "Yo no tengo ningún temor a una nueva recesión. El problema esencial lo tiene planteado la Unión Europea porque no cabe un área monetaria sin homogeneizar las políticas económicas de la zona". "El valor de la moneda es consecuencia de las políticas económicas. La divergencia entre países y los déficit exteriores por pérdida de competitividad de algunos de ellos hará imposible sostener la paridad", explicó. A juicio de Villar Mir, "esta crisis puede ser una oportunidad para poner las cosas en orden". Sobre una eventual revisión de la carga fiscal a las grandes fortunas alertó de que puede ser "contraproducente si se penalizan los patrimonios industriales y la herencia de éstos de padres a hijos".

. Rodrigo Rato. El presidente de Caja Madrid y de Bankia eludió hacer declaraciones políticas y se limitó a comentar, a propósito del debate sobre la política tributaria, que siempre ha sido partidario, dijo, de que el esfuerzo fiscal "guarde relación con la capacidad de cada uno".

. Pedro Luis Fernández. El presidente de General de Alquiler de Maquinaria (GAM), apuntó sobre el contexto económico y el temor a una nueva recesión que en este momento "todos los riesgos están abiertos". "No se puede descartar ninguno y los acontecimientos se precipitan, lo que aumenta potencialmente el riesgo recesivo". En su opinión, "la incertidumbre aumentará en otoño y la incertidumbre es lo que peor se gestiona, aún peor que el caos".

La coyuntura crítica se ha complicado aún más porque, "cuando parecía que los países con más fortaleza podía sacar de las crisis a los más rezagados, todo apunta a que el contagio se ha producido al revés", dijo. El presidente de GAM no es sin embargo catastrofista: "La humanidad concentra mucha inteligencia y será capaz de encontrar las soluciones, pero esto no nos debe llevar a relativizar el problema y su magnitud".

Ralentización

La economía de la Unión Europea (UE) y la zona euro creció en el segundo trimestre de este año un 0,2 % en relación al trimestre anterior, según datos de la agencia europea de estadística, Eurostat, lo que confirma las primeras estimaciones que ya apuntaron a una ralentización de la actividad económica. Mientras que el Producto Interior Bruto (PIB) de la UE aumentó un 0,8 % entre enero y marzo de 2011, en el segundo cuarto el crecimiento se redujo al 0,2 %, según el cálculo revisado de Eurostat, que confirmó las cifras iniciales de agosto pasado. Tal y como avanzó en su primera estimación, las principales causas del frenazo fueron la caída en el consumo de las familias y el estancamiento en Alemania y Francia. Alemania creció únicamente un 0,1% respecto al primer trimestre de 2011, mientras que Francia se estancó, lo que contrasta con los crecimientos del 1,3 % y del 0,9 %, respectivamente, registrados entre enero y marzo y que apuntaban al optimismo sobre la recuperación económica en Europa. Otras economías de peso de la zona euro, como Italia, España y Holanda también registraron aumentos muy moderados de sus economías, con un 0,3%, un 0,2% y un 0,1%, respectivamente. Suecia creció un 1,0 % y el Reino Unido se quedó en un 0,2 %.

La huelga de ocho horas convocada por el sindicato mayoritario italiano CIGL contra el plan de ajuste económico del Gobierno de Silvio Berlusconi colapsó prácticamente ayer el país, el mismo día en que las medidas de austeridad llegaban al Senado para su discusión y posterior votación. En medio de esa protesta, el Gobierno italiano decidió añadir al ajuste una subida de un punto porcentual, del 20 al 21 por ciento, del IVA. Berlusconi también rectificó su plan para introducir un gravamen del 3% sobre las renta anuales superiores a los 300.000 euros anuales. La huelga general se prolongó durante ocho horas en casi cien ciudades, entre ellas las principales del país, y a la misma se sumaron los dos grandes formaciones políticas de la oposición. Los efectos más caóticos de la protesta se sintieron en los aeropuertos italianos de Fiumicino y Ciampino en Roma, donde se cancelaron hasta 100 de los 220 vuelos previstos. Los efectos alcanzaron al transporte aéreo español, ya que la huelga italiana obligó a cancelar 89 vuelos de los 271 programados entre España y Roma.